El joven ingeniero David Copeland, detenido el pasado sábado en relación con el atentado con bomba en un bar del Soho londinense, fue acusado ayer por la policía de asesinato y de tres delitos de atentado con explosivos con intención de matar. Según informó Alan Fry, subjefe de Scotland Yard, Copeland, de 22 años, permanecerá detenido en dependencias policiales hasta su comparencencia de hoy, ante un juez en el tribunal de magistrados del oeste de Londres.
El acusado fue detenido la madrugada del sábado en su domicilio de Cove, al sur de Londres, pocas horas después de que la policía divulgase unas imágenes filmadas con una cámara de vídeo en Brixton en las que aparecía un hombre sospechoso de la colocación de un artefacto explosivo el pasado 17 de abril, que causó 39 heridos.
En la casa del detenido se encontraron, según Fry, pequeños sacos con clavos y metralla similares a los utilizados en el atentado de Brixton; en el de Brick Lane, una semana más tarde, con seis heridos; y en el del Soho, en el que murieron tres personas y 72 están heridas, seis de ellas en estado crítico.
La detención fue llevada a cabo por agentes sin armas de la brigada contra el crimen organizado y la acusación fue presentada por agentes de la brigada antiterrorista, según explicó Fry. Destacó que durante las investigaciones ha existido «una gran colaboración» entre la policía y las comunidades étnicas y homosexuales y recordó que, a pesar de esta detención, «no hay que bajar la guardia».