El presidente del Gobierno, José María Aznar, consideró ayer «muy positivas» las cifras de cohesión logradas por España en la cumbre europea de Berlín, mientras que los principales grupos de la oposición aseguraron que el acuerdo alcanzado por los Quince es negativo para los intereses españoles.
Aznar señaló al término del Consejo Europeo de Berlín que el acuerdo garantiza a España un saldo neto positivo con la UE un 15 por ciento mayor en los presupuestos de los años 2000 al 2006 que en los del periodo comprendido entre 1993 y 1999. «Ha sido extremadamente difícil llegar a un acuerdo, todo el mundo ha tenido que aportar y hacer lo posible para que el acuerdo sea aceptable y posible para todos», dijo el presidente del Gobierno. España recibirá en los próximos siete años, 57.115 millones de euros (9'5 billones de pesetas), a razón de 8.158 millones anuales (1'5 billones de pesetas), tal y como confirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes.
Horas más tarde, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, y visiblemente cansado, el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, destacó que «los objetivos españoles "en la política de cohesión" han sido cumplidos». Y es que, en cuanto a la reforma política estructural, principal caballo de batalla del Gobierno, la dotación financiera para el próximo marco 2000-2006 se sitúa en los 213.000 millones de euros, de los que 95.000 millones se destinarán a los fondos estructurales y los 18.000 restantes al fondo de cohesión.
La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, aseguró que el acuerdo de Berlín consolida «la corrección de las injusticias históricas que padecía el sector agrario y ganadero español», y destacó la labor de Aznar en «la defensa clara y nítida» del paquete agrícola y en el «rechazo frontal» de algunas propuestas.