Las fuerzas de seguridad serbias, apoyadas por elementos civiles radicalizados, comenzaron a descargar su ira de manera implacable sobre la población civil albano-kosovar, en venganza por los ataques de la OTAN contra Yugoslavia, de acuerdo con diversos testimonios, entre ellos del ACNUR. Las fuerzas serbias asesinaron a 20 maestros kosovares albaneses en una aldea de Kosovo frente a sus propios alumnos, informó la agencia albanesa ATA. La agencia citó al ministro de Información, Musa Ulqini, que dijo que 176 refugiados de Kosovo que cruzaron el jueves hacia el nordeste de Albania relataron la matanza. «Los refugiados kosovares, entre ellos 96 niños, fueron testigos de esta matanza, en que los militares y la policía serbia ejecutaron en Dobrune a 20 maestros y el director de una escuela en presencia de sus alumnos», dijo ATA. Los refugiados huyeron hacia Albania después que fuerzas serbias incendiaran la aldea de Gorden.
Casi 200 personas, la mayoría mujeres y niños, fueron conducidos a un cruce fronterizo serbio en Dobrune, donde fueron recogidas por trabajadores humanitarios occidentales. La Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó también de una matanza de 20 civiles en Gorden. Al menos diez personalidades albano-kosovares han sido ejecutadas extrajudicialmente por la Policía y grupos paramilitares serbios en Kosovo desde que la OTAN iniciara los ataques aéreos en Yugoslavia, el pasado miércoles, según denunció el jefe del «gobierno» kosovar en el exilio, Bujar Bukoshi.
Bukoshi declaró que el último caso de ejecución extrajudicial confirmado es el del abogado y activista de los derechos humanos albano-kosovar Bayram Kelmendi, cuyo cadáver fue encontrado la pasada madrugada, junto con los de sus dos hijos, en un pequeño bosque situado entre Pristina y Kosovopolje.