Los quince jefes de Estado o de Gobierno de la UE seguían encerrados anoche en un hotel de Berlín con el objetivo de acordar la Agenda 2000, mientras la OTAN prosigue sus acciones de castigo contra Yugoslavia. El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, descartó que la cumbre vaya a suspenderse para que los gobiernos implicados en el ataque puedan dedicarse por completo a la solución de este conflicto bélico, el primero en Europa de gran envergadura desde la Segunda Guerra Mundial. En estos momentos, dijo Matutes, los países de la UE «no podemos hacer más de lo que estamos haciendo» en la crisis de Kosovo. «La vida sigue y las finanzas de la UE es una negociación muy importante».
Pero mientras los líderes de la UE entran en Berlín «en el punto crítico de la negociación de la Agenda 2000, todas las posiciones «siguen abiertas» y «no se producen acercamientos», según el propio Matutes, la crisis de Kosovo planeaba en las reuniones.
Mientras las acciones de castigo contra Yugoslavia continúan, los Quince negocian, punto por punto, con la calculadora a mano y acompañados por sus ministros de Finanzas, las perspectivas financieras para el septenio 2000-2006, con muy pocas perspectivas de que el acuerdo vaya a producirse en breve.
La Presidencia alemana de la UE ha dedicado todo el día a mantener reuniones bilaterales con las delegaciones más problemáticas a la hora de alcanzar un acuerdo (Francia, España, Reino Unido, Suecia, Italia, Holanda y Austria). Según diversas declaraciones recogidas al final de estas citas bilaterales, prácticamente todas las delegaciones han mantenido inamovibles sus posturas.
En relación a los fondos estructurales y de cohesión, la partida que más le interesa al Gobierno español por ser este país el mayor receptor, las diferencias siguen después de que la Presidencia alemana siga proponiendo dotaciones (la última de 210.000 millones) que la delegación española cree insuficientes y se opone a modificar el preacuerdo logrado en Bruselas.
El capítulo agrícola es otro hueso de la negociación: el país de la UE con mayores intereses en este apartado "Francia" no quiere que el gasto agrícola supere los 40.500 millones de euros anuales y pide la reapertura del acuerdo alcanzado por los ministros del ramo el día 11.