Tras el ataque de la OTAN contra Yugoslavia, entre 30.000 y 40.000 personas han huido ya del país a través de las fronteras con Macedonia y Montenegro, según Carlo Sconamiglio, ministro de Defensa italiano, cuyo Gobierno podría declarar hoy el «estado de alerta» ante la más que previsible llegada masiva de refugiados y nombrar un comisario extraordinario para coordinar la situación.
Mientras, la policía italiana ha localizado en las costas de Apulia "el punto más cercano a Yugoslavia" a 70 clandestinos, en su mayoría familias completas con mujeres y niños procedentes de Kosovo. Los ministerios del Interior y de Defensa, junto con representantes de la Alta Comisaria de la ONU para los Refugiados (ACNUR), han diseñado un plan que prevé la acogida de 15.000 personas.
Mientras la Cruz Roja ha comenzado a enviar paquetes higiénicos y mantas y se ha iniciado la distribución de 66 toneladas de pasta alimenticia, países vecinos, como Albania, Turquía, Bulgaria o Rumanía, han iniciado los preparativos para acoger a las numerosas personas que intentan huir.
Unos 250 kosovares llegaron ayer a Albania, mientras que otros 800 intentaban atravesar la frontera. Por su parte, el presidente turco, Suleimán Demirel, anunció ayer que Turquía está preparada para acoger una primera oleada de personas que huyen del conflicto. Más de 1.700 refugiados han llegado a Turquía desde el pasado lunes a causa de la crisis en la región.