Estados Unidos expresó ayer su convicción de que sólo una firme acción, como la que ya ha lanzado la OTAN contra posiciones serbias en Kosovo, prevendrá una catástrofe futura en los Balcanes con consecuencias impredecibles para la estabilidad de Europa.
«Sólo la firmeza puede prevenir una catástrofe de mayores proporciones», aseguró Clinton durante un breve mensaje dirigido a los estadounidenses, en el que afirmó que la OTAN ha decidido unánimemente esa intervención para degradar las agresiones de Milosevic contra Kosovo.
Clinton salió por la televisión para confirmar que los ataques, que la OTAN ordenó el martes, ya habían comenzado. El presidente estadounidense reconoció que la operación «conlleva riesgos» pero insistió en que «son mayores los riesgos de no actuar. Resaltó que «nuestros aliados de la OTAN nos apoyan unánimemente».
Pocos minutos antes, en Bruselas, el secretario general de la OTAN, Javier Solana, acusó al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, de tener «la clara responsabilidad por los ataques aéreos al negarse a detener las acciones violentas en Kosovo y negociar de buena fe».
Solana subrayó que la OTAN «no está librando una guerra contra Yugoslavia», sino que «nuestra acción está dirigida contra la política represiva de la dirección yugoslava», porque «debemos detener la violencia y evitar una catástrofe humanitaria en Kosovo». Es un deber moral».
«Dejadme repetirlo: la OTAN no entra en guerra con Yugoslavia. No tenemos querellas con el pueblo yugoslavo que desde hace demasiado tiempo está aislado en Europa a causa de los políticos de su Gobierno», precisó.