El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, reiteró ayer que las tropas de la OTAN «no tienen nada que hacer» en Kosovo, según comunicado difundido por su gabinete tras el primer encuentro que celebró con el emisario estadounidense, Richard Holbrooke. «Son inaceptables los intentos de condicionar el acuerdo político (para Kosovo) con la aceptación de nuestro país al despliegue de tropas extranjeras, que no tienen nada qué hacer en nuestro territorio», según comunicado de Milosevic.
La nota fue difundida cuando, según fuentes de la embajada norteamericana en Belgrado, tenían que reanudarse las conversaciones entre Holbrooke y Milosevic. El «superemisario» se encuentra en Belgrado para convencer a Milosevic de que acceda a la firma del acuerdo sobre el futuro estatuto autonómico para Kosovo propuesto por la comunidad internacional y que incluye el despliegue de 28.000 soldados aliados para supervisar la realización del acuerdo.
Milosevic reiteró en su comunicado que las tropas aliadas no son necesarias dado que en Kosovo «no se está registrando una guerra, sino la lucha contra el terrorismo que, como en todo el mundo, es un deber y responsabilidad de las autoridades». Las autoridades yugoslavas acusan al separatista ejército de liberación de Kosovo (UCK) de «terrorismo a la vez que consideran que el despliegue de la OTAN en esa región sería una «ocupación» aliada de parte del territorio yugoslavo.