La primera entrevista televisada con la mujer que puso en jaque la Presidencia de Bill Clinton permitió descubrir, por fin, la personalidad de Monica Lewinsky, que se perfiló como una joven asombrosamente inmadura y hasta inconsciente, pese a sus 25 años y a su inteligencia. Más de cien millones de personas siguieron el miércoles por la noche la entrevista emitida en la cadena de televisión ABC, la mayoría de ellos para aclarar, según escribió ayer el diario «USA Today», una de las pocas dudas que quedan respecto al escándalo Lewinsky, «qué es lo que el presidente vio en esa mujer».
La ex becaria describió al presidente como «su alma gemela sexual» y contó como líder más poderoso del mundo es todo un artista besando, y explicó riéndose y con palabras veladas lo que es el «sexo por teléfono».
Los apelativos de «mentiroso» para el presidente de EE UU, Bill Clinton, «bruja» y «mantis religiosa» para su ex amiga Linda Tripp y «actuación enferma» de la Oficina del fiscal especial Kenneth Starr son sólo algunas muestras de las opiniones que Lewinsky ha empezado a dejar caer.
La joven tuvo palabras duras hacia el presidente, al que llamó
«un mentiroso mucho mayor de lo que hubiera pensado».
En el programa «20/20», llevado con maestría por la más famosa de
las entrevistadoras estadounidenses, la becaria empezó hablando con
ternura de Clinton («besa muy bien», era «mi compañero sexual», con
él «estaba muy cómoda», dijo), pero paulatinamente comenzó a variar
el tono.