El presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió ayer a los partidos nacionalistas vascos que, en una democracia normal, no se puede tener relaciones «de ningun tipo» con grupos que «justifican, amparan o alientan el terrorismo».
Aznar respondía así a una pregunta formulada por el diputado del PP Gabriel Cisneros a propósito de la decisión del Parlamento Vasco de ceder su sede a la autodenominada Asamblea Kurda en el Exilio que, recordó, no es más que un «instrumento de propaganda» del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), formación que, resaltó, es una organización terrorista.
En este sentido, recordó el hecho de que esta formación es responsable de «numerosos atentados», dentro y fuera de Turquía, «uno de los cuales causó la muerte de un ciudadano español nacido en el País Vasco».
Aznar resaltó cómo los miembros de esa autodenominada Asamblea no han sido elegidos democráticamente en ninguno de los Estados en los que existe población de origen kurdo, así como el hecho de que muchos partidos de origen kurdo, que viven por ejemplo en Irán o Irak, se han negado a participar en ese Parlamento, «que manifiesta un carácter solidario con la lucha armada contra el Estado kurdo».