El Consejo Atlántico de la OTAN autorizó ayer al secretario general, Javier Solana, a ordenar un ataque militar en Yugoslavia si ello es necesario para imponer el plan de paz para Kosovo del Grupo de Contacto.
Fuentes aliadas indicaron, en este sentido, que los embajadores llegaron a un acuerdo para que la autorización se lleve a cabo en función de los resultados obtenidos por el grupo de contacto. «Queremos que el secretario general tenga capacidad para dar esa orden en función de cómo evoluciona la situación sobre el terreno, por ejemplo si hay una matanza de civiles», dijo una fuente aliada.
Fuentes diplomáticas justificaron la tardanza en concluir la reunión en la necesidad de conocer el resultado de la misión del ministro de Exteriores británico, Robin Cook, quien hoy viajó a la zona para transmitir a las autoridades yugoslavas y a los separatistas albaneses el ultimatum político del Grupo de Contacto de que deben comenzar a negociar sobre una autonomía para Kosovo el 6 de febrero en la localidad francesa de Rambouillet.
En Belgrado, Cook obtuvo del presidente Slobodan Milosevic la promesa de que estudiará el plan del Grupo de Contacto (EEUU, Rusia, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido).