La adquisición de Volvo añade una nueva marca de prestigio al grupo Ford y lo consolida como uno de los grupos automovilísticos con mejor proyección económica y alcance mundial. Ford anunció ayer que tomará el control de la división de vehículos de Volvo a cambio de 6.450 millones de dólares (5.568 millones de euros, 926.591 millones de pesetas), es decir 3.000 millones más que el valor de sus acciones.
El acuerdo sólo se refiere a la división de automóviles de Volvo, ya que la compañía sueca seguirá siendo independiente con su división de camiones pesados. Ford suma así una nueva marca de prestigio a las que ya posee: (Mercury y Lincoln en el mercado estadounidense) y las británicas Jaguar y Aston Martin, así como el 33% de la japonesa Mazda. Con Volvo, según la revista especializada «Ward's», Ford, segundo constructor mundial, podrá llegar al segundo puesto en Europa, gracias al 1'6% de la cuota del mercado europeo que tiene Volvo, superando así al primer constructor mundial, General Motors, que posee un poco más del 11% del mercado europeo. Volkswagen es el primer constructor del mercado europeo. Ford, pese a ser el segundo fabricante mundial de vehículos, tiene unas operaciones más rentables que GM y logra unos beneficios mucho mayores por cada vehículo vendido. Ford es el fabricante de automóviles más rentable, con unas ganancias de casi 22.000 millones de dólares en 1998.