La OTAN decidió ayer en Bruselas respaldar «el ultimátum político» que la comunidad internacional lanzará hoy a las partes «para que se sienten a negociar con un calendario prefijado». «El mensaje es claro para las dos partes; si es necesaria la utilización de la fuerza, la fuerza será utilizada con el objetivo de la paz», afirmó el secretario general de la OTAN, Javier Solana, tras la reunión del Consejo Atlántico, que aseguró: «No queremos hacer la guerra a nadie sino que queremos hacer llegar la paz allí donde desgraciadamente existe la guerra».
El Grupo de Contacto pedirá que en un plazo de entre 10 y 15 días como máximo se reúnan las dos partes «en una capital europea», que podría ser Roma o Viena, para iniciar las conversaciones sobre el plan de paz que le presente la Comunidad Internacional, a través del Grupo de Contacto. Sobre el estatuto de autonomía de la provincia serbia de mayoría albanesa, «las partes tienen que saber lo que les espera sí no llegan a una solución y hacen frente a sus responsabilidades».
En una declaración del Consejo Atlántico hecha pública por Javier Solana, la OTAN anuncia que ha decidido «intensificar los preparativos militares» para apoyar las peticiones de la comunidad internacional. Las fuerzas aliadas están preparadas, por un lado, para activar la fuerza de extracción de la misión de verificación de la OSCE, y por otro, para intervenir sobre posiciones serbias y kosovares del modo que se hizo en la guerra de Bosnia, utilizando la fuerza terrestre. «No descartamos ninguna opción», afirmó el secretario general.