Las amenazas de Estados Unidos a Irak se han traducido en el envío de siete bombarderos estadounidenses B-52 que se dirigen a la isla de Diego García, en el océano Indico, según anunciaron ayer responsables del Pentágono. El secretario de Defensa norteamericano, William Cohen, advirtió a Irak que Estados Unidos puede atacar sin previo aviso.
Tropas del Ejército están siendo enviadas a Kuwait para efectuar ejercicios, un batallón de defensa misilística está en Israel para un ejercicio no revelado y un segundo portaviones llegará al Golfo, según fuentes del Pentágono. El despliegue militar responde a la nueva negativa de Irak a la inspección de los locales del partido Baas, en el poder por parte, de la comisión especializada de la ONU para el desarme iraquí, (UNSCOM). «La opción de la fuerza está en la mesa», advirtió en Pentágono. Los movimientos que realizó la fuerza militar norteamericana antes de que despegaran los B-52 ya sugerían que Washington estaba tomando posiciones para otro enfrentamiento armado con Bagdad a raíz del contencioso sobre desarme nuclear.