«No podemos ni queremos mantener una política que pague el bienestar de nuestros vecinos. No podemos ni queremos resolver los problemas de Europa con la chequera alemana», dijo ayer el canciller Gerhard Schroeder.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea afrontarán hoy en Viena su reunión semestral, con Austria como anfitriona, con una profunda división en la negociación del futuro marco presupuestario de la UE para el periodo 2000-2006 incluida en la Agenda 2000.
«No habrá decisión alguna» en la negociación de las reformas agrícola, estructural y financiera de la Agenda 2000 en Viena, como adelantó el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, aunque espera que esta reunión «constituya un paso importante para ver de qué modo podemos fijar un marco general para que bajo presidencia alemana podamos alcanzar un acuerdo».
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, pronunció ayer sin embargo un duro discurso ante el Parlamento alemán sobre lo que Alemania, primer contribuyente neto de la UE, ya no está dispuesta a hacer en favor de la solidaridad de los Quince.