El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado que su partido es el único que tras las nuevas elecciones generales del 10 de noviembre puede asegurar que no pactará «con el partido de la historia criminal, el PSOE», puesto que ve posible que acuerde tanto con PP como con Ciudadanos o con las fuerzas de izquierda.
«Hace falta claridad de Vox frente a la confusión», ha resumido Abascal su intervención en la plaza de toros de Vistalegre en Madrid, en un acto organizado bajo el lema 'Plus ultra' en el que ha lanzado un duro discurso contra el PSOE y la «progresía» y contra PP y Ciudadanos por abrirse a acuerdos con el partido de Pedro Sánchez.
«Están todos de acuerdo en la Memoria Histórica, la inmigración, la ideología de género y el modelo de Europa», ha dicho Abascal ante las 13.500 personas que han llenado Vistalegre.
El líder de Vox ha cargado en su intervención especialmente contra el PSOE, del que ha dicho que tiene «una historia criminal desde su fundador, Pablo Iglesias», y al que ha situado detrás del «golpe de Estado contra la República» en 1934, del «pucherazo» de las elecciones de 1936, del «asesinato del líder de la oposición» en ese mismo año (en referencia al político José Calvo Sotelo) «a manos de su escolta socialista» y del robo del oro del Banco de España «que se llevaron a Moscú» (la salida del oro al inicio de la Guerra Civil por orden del Gobierno de la República).
Más recientemente, el PSOE pidió según el relato de Abascal la «amnistía para terroristas» en primeros años de democracia para pasar luego «al terrorismo de Estado», en alusión a los GAL, y hoy es responsable de la legalización «de las marcas blancas de ETA» o de pactar con formaciones «golpistas» para sacar adelante la moción de censura el año pasado. «Esa es la historia del PSOE que vamos a recordar», ha recalcado.
El dirigente político ha dicho a continuación que PP y Ciudadanos sí pactarán con el PSOE si tienen ocasión tras las generales. Al partido de Pablo Casado le ha censurado que «se atreva» a pedir a Vox la retirada en algunas provincias, donde menos posibilidades tiene de sacar escaño el 10N. «Que se retiren ellos, que no sirven para nada», ha espetado. «Queremos elegir: o ellos o nosotros», ha añadido, en referencia al lema colgado en la sede nacional del PP que dice '¿Ellos o nosotros? Todos'.
Su memoria histórica
Abascal ha asegurado que esa memoria histórica, el pasado del PSOE, es la que su partido va a repasar frente a la Memoria Histórica de la ley que defienden «los apóstoles del odio». Ha cargado contra el traslado de los restos de un «soldado», en referencia a Franco, fuera del Valle de los Caídos sin el acuerdo de su familia y para hacer campaña electoral, «la campaña más burda de la democracia».
A su juicio, el traslado de esos restos y la aplicación de la Ley de Memoria Histórica tiene un trasfondo que es «reescribir la historia», «deslegitimar a la monarquía y derrocar a Felipe VI». También tiene otro objetivo para el PSOE, «tapar sus vergüenzas».
Abascal ha dicho que el resto de partidos acepta entrar en estos «debates falsarios» y no se centran en «lo básico» para los ciudadanos, asuntos como la familia, la educación o la inmigración ilegal y las «pagas» a los menores que han llegado ilegalmente a España «mientras las viudas no llegan a fin de mes». También ha cargado contra «nuevas religiones» como el 'hembrismo' o el cambio climático, de cuyos defensores ha recomendado Abascal «desconfiar». «No voy a caer ni en el apocalipsis ni en el negacionismo, pero hay algo que me hace sospechar», ha dicho de este asunto.
Ortega Smith: «La invasión exterior»
El acto ha tenido varios intervinientes y ha estado presentado por el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quien entre otras cosas ha defendido el trabajo en los tribunales de Vox contra el 'procés' y ha asegurado que su partido espera una sentencia «gravemente condenatoria» para los políticos juzgados por el Tribunal Supremo, momento en el que el auditorio ha empezado a gritar 'Puigdemont a prisión'. «Naturalmente que sí, deben ir a prisión», ha respondido el portavoz.
Entre quienes han tomado la palabra hoy ha estado el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, que ha lanzado un duro mensaje contra la «invasión exterior» inmigrante y la situación en Cataluña, pero ha empezado asegurando que ayer se cumplían 85 años «de la mal llamada huelga revolucionaria» de 1934 en Asturias. Ha acusado al PSOE, al Partido Comunista y a la UGT de haber «provocado» la muerte de 1.400 personas. «Y todavía no han pedido perdón», ha dicho.
Pero Ortega ha centrado su discurso en las dos «amenazas» que sufre España, una exterior y otra interior. La primera es «una invasión migratoria» cuyo objetivo es «la desestabilización» del país y de Europa. Ha dicho que se permite la entrada de personas dispuestas a trabajar «a cualquier precio» y que llenarán el vacío demográfico europeo.
«Pero no vienen a pagar las pensiones, no hay seguridad sobre si entran terroristas o delincuentes, si son portadores de graves enfermedades contagiosas. No sabemos que no tienen la menor voluntad de integración y que vienen a imponer muchos de ellos el totalitarismo», ha dicho.
Espinosa ha dado también la palabra a la líder de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, a la que ha presentado como «el terror de las hembristas». La portavoz madrileña ha defendido que su partido representa a la España que la mayoría de partidos y medios «tratan de silenciar».
«Somos herejes ante el buenismo imperante y la dictadura progre», ha dicho. La dirigente madrileña ha rechazado que se les llame fachas, xenófobos, machistas, islamófobos, centralistas y populistas, ha recitado. «Etiquetas y más etiquetas», ha dicho.
Terstch defiende a Ayuso: «Dice la verdad»
También ha intervenido entre otros el europarlamentario Hermann Tertsch, que ha llamado a los votantes a salir del letargo «y de la intimidación permanente a decir la verdad». «Cómo es posible que se regañe desde su propio partido a una política que dice una verdad palmaria: que las iglesias no ardieron, las incendiaron», ha señalado en defensa de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien esta semana se preguntaba si la quema de parroquias como en la Guerra Civil será lo siguiente tras sacar a Franco del Valle de los Caídos.