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Tecnología e innovación educativa en Adema

Gabriel González y Diego González, compañeros de pupitre en Málaga, fundaron la Academia Dental de Mallorca en 1993.

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Diego y Gabriel González fundaron en 1993 la Academia Dental Mallorca (Adema). Originarios de Málaga, no son hermanos, sino amigos desde siempre, ya que estudiaron juntos en el instituto Pablo Picasso de su ciudad natal. Comparten, entre otras muchas cosas, su amor por el rugby, un deporte al que muchos atribuyen toda una filosofía de vida.

Adema, en un primer momento, era un centro que preparaba a los alumnos que querían presentarse por libre a los exámenes de protésico dental. Entonces, no tenía aún la capacitación para ofrecer titulaciones oficiales. Hoy, Adema cuenta con 400 alumnos de los que unos 250 cursan Formación Profesional y alrededor de 150 están matriculados en algún grado.

La academia se instaló en Vía Portugal, delante de los institutos, hasta que el local se quedó pequeño y Adema se trasladó para continuar con el proceso de crecimiento. Estrenó una amplia sede en la calle Joaquim Maria Bover en 1998, adecuada para las necesidades de aquel momento.

El largo camino para poder ofrecer la titulación oficial había culminado y, además de protésico dental, Adema unió a su oferta reglada los estudios de higiene bucodental. Adema se fue haciendo mayor y en el año 2000 ampliaron su oferta con estudios de dietética, salud ambiental, auxiliar de clínica… hasta completar su gama de estudios, todos relacionados con la salud, con acondicionamiento físico, auxiliar de enfermería y auxiliar de farmacia y parafarmacia.

Los estudios de FP son de dos años con la excepción de técnico de cuidados de auxiliar de enfermería, que es de un solo año.

Adema ofrece también dos estudios de grado: de nutrición humana y dietética y de odontología. Era una vieja aspiración de los dos socios, que iniciaron los trámites en el lejano 2005, pero pudieron implantar los estudios de grado de odontología, de cinco años, en el curso 2017-18, atendiendo así la demanda de sus propios alumnos de formación profesional. El grado de nutrición humana y dietética, que son cuatro años, se imparte este curso por vez primera. Hoy, los estudios de odontología son la estrella de Adema, aunque la demanda del grado de nutrición humana y dietética ha llenado el cupo máximo de alumnos.

Un grupo de alumnos en una de las clases que imparte Gabriel González.

La implantación de los estudios de grado no ha supuesto un retroceso en el número de matriculaciones de FP, sino que ha sucedido justo al contrario. Y es que la inserción laboral de las diferentes titulaciones que ofrece Adema es alta, puesto que supera el 90%.
El proceso para recibir la preceptiva autorización para impartir los estudios de grado no ha sido fácil. Diego González destaca el apoyo de la Universitat de les Illes Balears, que cataloga de fundamental.

En 2015, Adema adquirió su actual sede, en el número 11 de la calle Gremi de Passamaners del polígono de Son Rossinyol. Cuatro años después abandonaron el local de Joaquim Maria Bover y se instalaron definitivamente en su actual ubicación. Conserva el edificio buena parte de su estructura industrial, pero aulas, laboratorios y diferentes espacios para realizar prácticas se reparten en dos plantas que transpiran modernidad.

Adema no es un centro concertado, sino privado. “Hemos solicitado el concierto en varias ocasiones, pero nunca se nos ha concedido. Tenemos interés porque entendemos que podríamos llegar a más jóvenes”, explica.

Estudiar en un centro privado no es barato, puesto que un curso de Formación Profesional cuesta unos 4.000 euros anuales. El grado de Odontología cuesta 12.000 euros al año y el de Nutrición y Dietética 6.000. La empresa, en todo caso, ha llegado a acuerdos con diferentes entidades bancarias para que los alumnos puedan financiar sus estudios sin intereses.

TECNOLOGÍA. Adema apuesta por la innovación educativa en materia pedagógica, que se desarrolla desde un punto metodológico y tecnológico. De hecho es uno de los centros punteros en tecnología háptica.

Los equipos de tecnología háptica, aplicados a la odontología, permiten reproducir tratamientos reales de una manera virtual. Además, los puedes realizar tantas veces como quieras. La tecnología háptica es táctil. Genera imágenes en 3D, que hacen posible que los alumnos tengan una percepción real táctil de las sensaciones que tendrán al realizar cualquier tratamiento. Permite mecanizar y sistematizar procesos que los odontólogos deben tener automatizados. En España, Adema es el único centro que dispone de esta tecnología y solo son 35 facultades en todo el mundo las que disponen de este tipo de equipos.

Diego González manejando uno de los equipos de tecnología háptica que tiene el centro.

El centro de Palma es, junto a a la universidad de Sheffield, la que dispone de más equipos. “Inicialmente, contábamos con dos aparatos, pero con la llegada de la pandemia ampliamos los equipos para que los alumnos, en cualquier circunstancia, puedan desarrollar sus prácticas. Ahora, contamos con diez equipos”, explica.

“Nos iniciamos en la tecnología háptica hace ya tres años, cuando la conocimos en un congreso de facultades de odontología que tuvo lugar en Oslo. Desde un primer momento, conectamos con el decano de la facultad de Oslo y entablamos una estrecha relación que ha hecho posible, por ejemplo, que ahora ejerza también de docente en nuestro centro. Preside también la Asociación de Facultades de Odontología de Europa (ADEE). En ese congreso, los fabricantes de los equipos de tecnología háptica mostraron su producto. Nosotros lo tuvimos claro desde un primer momento”, indica González, que se muestra orgulloso de su apuesta. “Nos hemos convertido en un referente a la hora de explicar cómo puede aplicarse la tecnología háptica al resto de factultades”, afirma.

El centro tiene firmado un convenio con la Universidad de Nueva York. La oportunidad surgió cuando firmaron la compra de los nuevos equipos. “Los fabricantes nos pidieron apoyo para ayudar a desarrollar la parte tecnológica para el proceso de inyectar la anestesia. Fueron los fabricantes los que dijeron a la Facultad de Nueva York que nosotros éramos punteros. El convenio contempla una investigación y un desarrollo conjunto de los procesos de aprendizaje de lo háptico en la parte de la anestesia”, señala.

Asimismo, Adema ha recibido el Premio Pyme del año 2020 de Balears por la Cámara de Comercio.

ADEMA+. La Fundación Adema+ trabaja en la atención sanitaria bucodental de colectivos en situación de vulnerabilidad. Los tratamientos se realizan como una actividad docente, puesto que son un instrumento que contribuye a mejorar las capacidades y destrezas del alumnado, siempre bajo la supervisión de los profesores.
“Hacer una prótesis dental a un maniquí es didáctico, pero pensamos que podíamos tratar a alguien que realmente lo necesitara. Tenemos firmados quince convenios de colaboración con Cáritas, la Asociación Española contra el Cáncer, Projecte Home... para atender a sus usuarios”, asegura.

Adema, que cuenta con 30 sillones dentales, atiende también a cualquier cliente, que paga un precio por su tratamiento. El dinero que se recauda va a la Fundación Adema+.
Por otro lado, Adema apuesta por la innovación educativa y por el aprendizaje a través de proyectos, que se desarrollan en más de 60 centros educativos. Son proyectos de aprendizaje a través de la investigación.

“Tenemos un observatorio de la salud bucodental y nutricional de la población escolar. Hemos seleccionado casi 30 centros educativos que representan a la población escolar en tres edades diferentes. La idea es averiguar cuál es la situación actual para poder predecir qué nos puede ocurrir en un futuro. Al mismo tiempo, hemos firmado unos convenios muy interesantes con las escoletes de PIMEM de Mallorca en las que comenzamos a realizar una promoción de la salud bucodental y la nutrición”, indica.

EL FUTURO. Adema está en constante evolución y ha anunciado recientemente que incorporará a su oferta el Grado de Bellas Artes. “Hemos buscado diversificar y ampliar los estudios que ofrecemos, saliendo de la rama de ciencias de la salud. Además, buscábamos un título que no se imparte en la actualidad en Balears y que no esté previsto que se ofrezcan en las Islas y queríamos que requieran presencialidad, experimentación y práctica, en los que el factor humano del docente sea incluyente más allá de la pantalla. Y el Grado de Bellas Artes cumple todos los requisitos. Nosotros, en todo caso, estamos perfectamente preparados para los cambios digitales. Hoy en día, ya hay grandes universidades que ofrecen títulos online”, señala.

Como sucede en cualquier otro centro de estudios universitarios, la investigación se ha convertido en uno de sus pilares estratégicos. Requiere tiempo, personal cualificado y recursos. “La investigación en salud es para nosotros estratégica en los ámbitos de nutrición y odontología, y en la correlación que hay entre ellos. Tenemos un equipo investigador de nivel, que incluso nos ha permitido registrar dos patentes. Uno es el cierre de las mascarillas y el otro, unas pantallas con presión positiva para que el aerosol no invada la zona del ámbito respiratorio. Desde el primer momento, estábamos muy preocupados por los aerosoles. Pasamos así de la investigación al desarrollo”, acaba señalando.

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