Menorca ha sido escenario esta semana de una jornada promovida por la Asociación Balear de la Empresa Familiar (ABEF) que contó con la presencia del profesor Manuel Bermejo de la IE Business School y la participación de tres empresas familiares menorquinas.
Un cita enmarcada en el vigésimo aniversario de la asociación que preside Esther Vidal y que sirvió para entender en el plano teórico y luego en la realidad del día a día, cómo los negocios familiares se están esforzando en asegurar su continuidad en la era de la globalización y la digitalización.
La intervención de Manuel Bermejo como especialista en emprendedurismo y empresa familiar dibujó el complejo escenario de cambio y de incertidumbre en el que se mueven hoy los negocios. Bermejo resaltó la potencia y la ventaja competitiva que tenían las empresas familiares gracias a su singularidad, basada en una eficaz gestión del vínculo emocional.
Al mismo tiempo alertó de los peligros que acechan si no se trabaja con una visión a largo plazo y con valores, así como carente de un diagnóstico que permita identificar cuáles son los anclajes y los impulsores de aquel negocio familiar.
El profesor recetó también la necesidad de orientarse hacia un crecimiento sostenible y rentable, a transformarse sin cambiar las esencias, al multiliderazgo para afrontar los grandes retos, a dedicar tiempo a parar y pensar, a valorar el sentido del legado que una generación deja a la siguiente y el hecho de aplicar una gran generosidad en las relaciones personales, entre otras muchas cuestiones.
TRES EXPERIENCIAS. La segunda parte de la jornada tuvo una mesa redonda en clave menorquina con el protagonismo de tres empresas familiares de ámbitos muy distintos, que desarrollaron un interesante coloquio, moderado también por el profesor Manuel Bermejo.
Tres ejemplos prácticos para entender la complejidad de la gestión en un negocio familiar con la participación del gerente de Destilerías Xoriguer, Adolfo Vilafranca; el CEO de Sasga Yacht, José Luis Sastre; y el director general del Grupo Torres, Isidro Bellota. Los tres conversaron sobre cómo habían afrontado el relevo generacional de las derivadas que se producían en términos de tener que definir la situación familiar en cuanto a propiedad, gestión y familia o de los distintos protocolos que habían definido para su buen gobierno.
En este sentido, el gerente de Destilerías Xoriguer puso como ejemplo la dificultad inherente de tener que liderar un negocio familiar sin ser un descendiente directo del fundador en un entorno de gobiernos de familia, el mismo caso que Isidro Bellota del Grupo Torres, quien explicó que la generosidad y la habilidad para encontrar soluciones pensando en los valores que hicieron nacer el negocio, sirven para solucionar los conflictos que puedan surgir.
Por su parte, el CEO de Sasga Yachts habló del hecho de poder compartir las decisiones estratégicas del negocio contando con la experiencia de la familia, aunque cada uno pueda ser responsable de áreas bien distintas. También hablaron de la necesidad de generar espacios de familia para que las futuras generaciones se sientan a gusto con el proyecto, de las dificultades para encontrar talento, del hecho de no hacer distinciones en cuanto salarios o puestos de dirección para familiares o no familiares sino basándose en capacidades.
Finalmente, pese a ser tres empresas familiares, afirmaron que el momento actual les pedía constancia y resiliencia para superar los vaivenes de la incertidumbre. Bermejó concluyó la jornada afirmando que el hecho de disponer en las empresas familiares de órganos de gobierno que combinen diversidad, sabiduría y juventud para el impuso era una garantía de continuidad porque el empresario siempre era capaz de hacer cosas fuera de lo común.