Del 4 al 5 de junio los bisuteros menorquines se desplazan a Madrid para mostrar sus nuevas colecciones en una cita que han promovido ellos mismos como parte del calendario comercial que se sigue desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Bisutería, cuya sede se encuentra en Maó. Un showroom que nace este 2018 como novedad en las acciones de promoción y que demuestra la reactivación de las ventas que se ha producido desde el año pasado en el mercado nacional, confirmando un crecimiento general del 5 por ciento en la facturación de las empresas del sector.
Menorca equilibra su hegemonía como fabricante de componentes de producto acabado en bisutería gracias al aumento de ventas nacionales, pero también al mantenimiento de las exportaciones que se mueven en más de tres millones de euros anuales. La previsión es repetir el volumen de facturación de 2017 cercano a los 22 millones de euros (solo se disponen de datos hasta junio del año pasado) y seguir esta senda continuista basada en la promoción continua.
El empresario José Moreno, presidente de Sebime desde 2012, opina que después de unos años difíciles el sector está recuperando la confianza gracias a la favorable evolución de las ventas, con una generación de empleos directos que supera las 300 personas. “El reto es dejar atrás la angustia que sobrevino con la crisis y reforzar el tejido industrial bisutero”, explica el presidente de la entidad.
AYUDAS PARA EXPORTAR. Aunque los datos que publica el ICEX muestran un retroceso durante este primer trimestre de 2018 de Balears en las exportaciones, así como una caída del puesto 10 al 12 del ranking de comunidades autónomas, desde Sebime consideran que estos datos son incompletos y no reflejan la realidad del sector.
José Moreno aclara que el sector menorquín se beneficia de la competitividad y la calidad de su trabajo y, por ello, la exportación real es mucho mayor que la que publica este organismo, ya que hay que incluir lo que se exporta vía servicios de los fabricantes de componentes. “Lo que es cierto es que el mercado ya no nos permite marcar tendencia como sucedía en el pasado.La mayoría de fabricantes de la isla han pasado de hacer colecciones a dedicarse a la creación de los componentes que luego van en estas piezas que comercializan grandes marcas muy conocidas y potentes”, afirma el presidente de Sebime.
Por su parte, tanto el Govern balear como el Consell Insular de Menorca mantienen distintas líneas de ayudas que van dirigidas a reforzar esta internacionalización tanto de las empresas consolidadas como de todas aquellas que están surgiendo.
“El esfuerzo ahora es doble por el hecho de que el comprador de componentes ya no se quiere desplazar más que a las ferias importantes como Bijorcha o Premiere Classe de París. Esto nos implica el tener que organizarnos de manera mancomunada en showrooms y promociones especiales en mercados clave como Alemania o las citas de Expo Sebime recientes de Barcelona o Madrid”, explica Moreno.
Pero no todo el capítulo de ayudas está dirigido a la venta sino que también se enfoca a mejorar la productividad de los fabricantes, en cuanto a la introducción de medidas tecnológicas y también medioambientales. “Algunos bisuteros menorquines ya han asumido la tecnología 3D en sus talleres para la creación de los moldes, un hecho que vale la pena resaltar, pero todavía son pocos los que han dado este paso para la modernización”, señala Moreno.
Actualmente la Asociación Nacional de Fabricantes de Bisutería, que se encarga de diseñar y coordinar el plan español de exportación a nivel internacional, tiene 22 miembros y desde la asociación se ha detectado la creación de nuevas empresas auxiliares de estructura reducida, que están formadas por uno o dos trabajadores autónomos.