El 27 de abril de 1975, Maria de Mar Bonet ofrecía un concierto muy especial en la sala Olympia de París. Una actuación que fue grabada en directo y editada posteriormente en un disco de larga duración. Sin embargo, aquel álbum acabó desapareciendo del mapa, como tantos otros de la época. Hoy, medio siglo después, Produccions Blau recupera aquella mítica actuación con una reedición limitada y remasterizada, en CD y en vinilo, que no solamente supone una mejora en cuanto al sonido, gracias a la «magia» de Mateu Picornell, sino que también recupera aquellas emblemáticas fotografías de la artista tomadas por Toni Catany, que, en el disco original, no lucían como merecían. Lo presentarán el próximo 8 de julio en el Castell de Bellver y, el 26 de agosto, en el Teatre des Born de Ciutadella, ambas citas como parte de la nueva edición de Sons de Nit.
A pesar de que sea, inevitablemente, una mirada al pasado, la gran dama de la Cançó insiste en que no lo hace desde la nostalgia, sino desde un presente que resulta especialmente luminoso, ya que, como ha celebrado su inseparable mánager Yanni Munujos este miércoles en rueda de prensa, la artista se encuentra donde siempre había querido: trabajando en casa, arropada por una banda de músicos mallorquines.
Durante este proceso de recuperación, Bonet y Picornell han rescatado y añadido temas inéditos que permanecían ocultos y perdidos, como auténticos tesoros, en las cintas originales grabadas el día del concierto y que no fueron incluidos en la publicación original. Una de esas canciones fue la emblemática Què volen aquesta gent, que fue censurada.
«1975 fue un año muy especial en el que pasaron muchas cosas, entre ellas la muerte del dictador, pero eso fue, desgraciadamente, después de editar el disco. Aunque creo que si hubiera salido poco después tampoco me la hubieran dejado meter. Aquel día en el Olympia la canté con mucha fuerza. Cuando grabas una canción notas el estado de ánimo del momento y aquellos días eran días llenos de esperanza. Luego se murió el dictador, los partidos políticos pudieron salir de la clandestinidad y la gente pudo respirar la libertad que no habían tenido. ¡Pasaron tantas cosas durante la dictadura! Cuando escuché por la radio a mi querido José Alfonso cantando Grandôla, Vila Morena durante la Revolución de los Claveles con tanta alegría. Yo lo conocía y le dediqué la canción Abril, que también aparece en este disco. Significaba tanto para mí tener un compañero que estuviera haciendo música delante de tanta gente, en la manifestación de ese día tan brillante de revolución pacífica, en el país vecino... Eso nos animó mucho a todos, porque fue como un comienzo. Nos dimos cuenta de que el país vecino también tenía esperanzas».
Ese era, recuerda, el ambiente de grabación del disco. «Era un abril espectacular en París, hacía un calor insólito para aquella época. Todo era alegría. Vino Ovidi Montllor, Toti Soler, mi madre... mucha gente de Catalunya y del País Valencià, llenando autocares. En esa época se celebraba en el Olympia un programa que se inventó su director, Bruno Coquatrix, que se llamaba Chansons en liberté. Por ahí pasaron Lluís Llach, Raimon, Paco Ibáñez, Guillermina Motta y un largo etcétera. Muchos artistas de la nueva canción francesa. Eran canciones de libertad, con mucho sentimiento de lucha, pero también un sentimiento poético. La filosofía no era hacer recitales comerciales, sino recitales muy vinculados a la cultura, al pensamiento, a la creación artística por encima de todo. Creo que Ovidi y yo fuimos de los útimos en tocar en este festival. Es un título que me gusta mucho, porque las canciones siempre tienen que estar en libertad».
En cuanto al proceso de remasterización, Bonet ha ensalzado la labor de Mateu Picornell. Juntos, han explicado, han quitado el polvo del disco, dando más protagonismo a matices que en el álbum original quedaban relegados a un segundo plano y perfeccionando el sonido, limpiándolo. «Los que sientan nostalgia podrán escuchar el original, oirán esa Maria del Mar Bonet, pero en este nuevo disco se encontrarán con una pulcritud de concepto. Hemos ganado en calidad, tanto des del punto de visto sonoro como gráfico». Picornell, por su parte, ha detallado que, para ello, «he investigado sobre nuevas tecnologías que van saliendo y usan palabras que me gustan muy poco, como Inteligencia Artificial, que no acbo de entender. Pero sí es cierto que había un trabajo importante en desmezclar las mezclas, algo que la tecnología ha permitido, sí, pero usando las habilidades antiguas». «Aquí no hay Inteligencia Artificial, solo la inteligencia de Mateu», ha asegurado Bonet.
Sobre el significado de Què volen aquesta gent, que se ha convertido en un himno contra la represión franquista, medio siglo después, la cantautora ha afirmado que "las canciones siempre sirven para decir muchas cosas, aunque hayan pasado muchos años. Ahora mismo tenemos mucho trabajo por delante si queremos recuperar nuestra lengua, que es nuestra alma. La lengua es una de las cosas más especiales que tenemos, de las mejores, porque dice quiénes somos. Cuando no podamos nombrar una planta, una calle, una persona o un país, habremos perdido. Todo habrá acabado. Hay gente que se queja de que aún estemos con la lucha a favor del catalán. Pues sí. Yo aprendí catalán gracias a mi abuelo, en casa, porque en la escuela estaba terminantemente prohibido. Ahora los jóvenes han podido aprender catalán en la escuela y eso significa que han podido aprender a querer nuestra lengua. Todas las lenguas son un testamento importantísimo, un tesoro. Que España tenga el galleco, el vasco y el catalán es de una riqueza cultural inigualable. No entiendo por qué algunos políticos tienen miedo de eso. Siempre he luchado para conservar ese espíritu, esa riqueza. Por eso he cantado siempre en mi lengua: el catalán, sí, de Mallorca, pero la lengua de los Països Catalans al fin y al cabo».
Sobre la polémica modificación, por parte del Govern, de la Ley de Educación para introducir el castellano como lengua vehicular, la artista se ha mostrado rotundamente preocupada. "Vox y todos estos quieren quitar el alma del pueblo, que no existan diferencias; algo que es una riqueza lo ven con miedo. Tienen miedo de que la gente hable en su lengua propia. Y eso es lo que quería el dictador. Es que ellos siguen la estela de Franco: Vox y el PP, que va de su manita. Están haciendo lo mismo. Con todo lo que consiguieron los docentes en materia de lengua, que funcionara el catalán en los institutos, y resulta que ahora tenemos que volver a exigir algo tan lícito y tan culturalmente importante como es expresarnos en nuestra lengua. Una vez y otra... Me da mucha pena, pero no lo tenemos que dejar pasar. Son discípulos de la dictadura», ha concluido.
UsuarioHome, "Usuario", de llegir per aquí jo diria que en Lluís és bastant indepe, però no, resulta que l'indepe ets tú que vols anomenar "Español" al "Castella", amb el que, per llògica dius que el català, el galleg, el basc... no són espanyols. Moltes gràcies, més gent com tu necessitem per a fugir d'aquest país que tan poc ens estima.