El influyente escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura y fallecido este lunes a los 89 años, mantenía una gran relación con Mallorca, que visitó en varias ocasiones entre los años 1958 y 2010. Sus estancias en la Isla tuvieron diversos motivos, tanto profesionales como para el descanso personal, siendo el Hotel Formentor uno de sus grandes refugios.
En aquel año, 1993 y concretamente en julio, Vargas Llosa fue invitado por el entonces editor del Grup Serra, Pere A. Serra, a ofrecer una conferencia durante la clausura de los actos del centenario de Ultima Hora. Una cita inolvidable, ya que ese mismo día el Consejo de Ministros le concedía la nacionalidad española por carta de naturaleza. Así se lo contó una periodista durante una visita a la Fundació Miró Mallorca.
La presencia del escritor y su esposa Patricia en Palma generó gran expectación. El 1 de julio aterrizaban en la Isla y el novelista ofrecía una multitudinaria rueda de prensa durante la que explicaba: «Hace unos meses compartí un galardón con Pedro Serra en una universidad de Estados Unidos y allí me invitó a participar en el centenario. Y, claro, para mí es una gran satisfacción porque mi relación con el periodismo viene de lejos».
En la tarde de ese mismo día, el escritor visitaba el Palau de la Premsa, donde se encuentra la redacción de este diario, y horas después, el Teatre Principal, lleno hasta la bandera de autoridades y gentes del mundo de la cultura, donde tuvo lugar la citada conferencia.
Y fue también en Mallorca, en el año 1972, cuando Vargas Llosa se inspiró para escribir una de sus novelas, Pantaleón y las visitadoras, publicada un año más tarde, en mayo de 1973. Fue durante otra estancia en el Hotel Formentor, enclave icónico al que regresó por última vez en 2010 acompañado por su entonces esposa, Patricia Llosa.
Las visitas de Mario Vargas Llosa a Mallorca siempre causaron gran expectación; no en vano, estamos ante una de las voces más universales y premiadas de la literatura contemporánea, una luz que este lunes se ha apagado, pero que al mismo tiempo seguirá viva a través de su obra, que vivirá para siempre.