Los últimos meses en la Galeria i Taller 6A han sido, por llamarlos de alguna manera, intensos. Su maquinaria no ha parado prácticamente y han estampado nada menos que 72 matrices, piedras litográficas y demás con 846 papeles y la friolera de 3.156 pasadas por prensa o tórculo. Es todo lo que no se ve pero que nutre Sarrià, la nueva exposición grupal que el espacio de la calle Puresa de Palma inaugura hoy, a partir de las 19.00 horas, y en la que se reúnen los nombres de seis artistas de renombre del panorama español: Fernando Clemente, Rubén Gerrero, Miki Leal, Fernando Pagola, Manuel M.Romero y Juan Suárez.
Comisariada por Sema d’Acosta, la muestra se compone de 18 imágenes creadas en los mismos talleres a las que se suman obras pictóricas creadas en la Isla y otras piezas ya creadas anteriormente. El conjunto es, en palabras del propio D’Acosta, no es «exactamente una exposición», sino un ambicioso proyecto con pretensiones de extenderse y generar «puentes».
Pagola ha ejercido de nexo entre la 6A y el resto de artistas. El vasco lleva años colaborando con el espacio de Palma y fue uno de los que se encargaron de invitar al resto a una aventura que valora positivamente por lo supuesto a nivel vivencial.
Cabe destacar que ha jugado un papel fundamental la acogida de Luis García Ruiz y Malén Pujol que abrieron su casa de Sarrià, en Establiments, a los artistas durante las semanas de trabajo en las que muchos de ellos aprendieron a convivir con el taller y la impresión a una velocidad de vértigo. A ellos va dedicado el título mismo de la muestra. A ellos se suma el apoyo de coleccionistas como Joan Buades y Teresa Castella o Rosa M. Segí y Fernando Rotger.
Los artistas, de hecho, se muestran no solo encantados con la invitación a trabajar con la 6A, sino también agradecidos por el saber hacer y la guía de gente como Xisco Campins, al frente del taller, sin quien no hubiera salido todo de la misma manera. También coinciden en destacar la «parte experiencial» de todo el proyecto, uniendo no solo la convivencia con las jornadas de trabajo, sino también el hecho de que todos ellos son amigos desde hace años y han podido compartir en Palma visiones artísticas, experimentación y unos resultados que ahora se ven en la galería y que resumen de la mejor manera lo que han sido meses y meses de intenso y arduo trabajo.
En cuanto al montaje, se ha buscado el diálogo entre los artistas y sus obras, así como la búsqueda de «energías» entre las obras de unos y otros a través no solo de las similitudes que pueden apreciarse entre algunas de las propuestas, sino también en las diferencias, a veces sutiles y a veces no tanto, que saltan a la vista del espectador.
Otro aspecto a tener en cuenta es la demostración de la capacidad técnica y artística del taller 6A, pudiendo sacar adelante un proyecto de tal envergadura que está al alcance de muy pocos espacios en Palma. Razón por la cual los propios artistas y el comisario mismo de la muestra han manifestado su admiración por la labor de la 6A y reivindicaron la capacidad del lugar.