Guinga, uno de los guitarristas esenciales en el desarrollo de la música brasileña, arropó a Jorge Pardo en el concierto inaugural y gratuito del I Festival de Jazz de Manacor, en la Plaça del Rector Rubí.
Pardo es uno de los más destacados alquimistas en la fusión entre el flamenco y el jazz, un artista con la mente despejada que en los últimos tiempos ha incursionado tímidamente en la música electrónica, así como en otras latitudes sonoras. Y de Madrid, procedencia geográfica del maestro, nos vamos al colorido Rio de Janeiro, cuna de Guinga, un artista que merece ser incluido en el panteón de compositores brasileños junto a Vinícius de Moraes y João Gilberto. Exquisito y sofisticado, pero también popular en el buen sentido de la palabra, su guitarra es un manantial de sabores.
Músico precoz, con tan solo 14 años, Jorge Pardo inició su singladura en el Real Conservatorio de Madrid, quedando impactado por la escena jazzística. No fue hasta la década de los ‘70 cuando comenzó a interesarse por el flamenco, formándose de la mano de Paco de Lucía y Camarón de la Isla. Además, ha compartido escenario con grandes figuras del jazz internacional como Chick Corea o Tete Montoliu. Hoy, su obra precursora lo ha transformado en una referencia mundial en el campo del flamenco-jazz.
Con una dilatada trayectoria a sus espaldas, las vitrinas del madrileño lucen un Grammy (2020), un Premio Nacional de Músicas Actuales (2015), una distinción como mejor músico de jazz europeo por la Academia de Jazz de Francia (2013), un Premio Donostiako Jazzaldia del Festival de San Sebastián (2020) y un Premio Jazz Day de Alicante, conseguido este año.