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Pere Colom transita de la experimentación a la pintura como inspiración

El artista expone en La Residencia de Deià dos series de obras fotográficas bajo el título Photographs 1991-1999 / 2007-2024

Una de las fotografías que se podrán ver en la exposición de Pere Colom. | 1996-98 AccuSoft Inc., All right

| Palma |

«No es una retrospectiva», advierte el fotógrafo mallorquín Pere Colom de cara a su nueva exposición, la primera en mucho tiempo, que tendrá lugar en el Hotel La Residència de Deià, de la casa Belmond, este viernes 16 de agosto a partir de las 19.30 horas. No es una retrospectiva, no, aunque sí tiene un poco de eso, pero mucho más. Colom se ha nutrido de dos periodos diferenciados y, a decir verdad, bastante diferentes, de su trayectoria. Uno enmarcado en la experimentación de los años 90 y el otro, mucho más reciente, con imágenes a color y en digital. Por ello, el título es suficientemente claro: Photographs 1991-1999 / 2007-2024 e incluyen desde «lo más antiguo hasta fotos hechas antes de ayer que no ha visto nadie».

Una de las piezas que se podrán ver en la exposición de Pere Colom.

El propio artista, vecino de Sóller, confiesa que uno de los motivos para sacar adelante la muestra es el hecho de que «hacía mucho tiempo que no exponía» y, a ello, se sumaba la circunstancia de que «nunca» lo había hecho en Deià. Por ello, cuando desde La Residencia se pusieron en contacto con él, «al final me convencieron».

Etapas

Sin embargo, en lugar de destinar trabajos puntuales, Colom se ha decantado por una gran muestra en la que ver, como dos caras de una misma moneda, dos etapas bien contrastadas entre una y la otra. La primera, con fotografía analógica realizada entre 1991 y 1999, la describe como «una época de experimentación» en la que son comunes las «emulsiones y las transferencias», así como los «collages».

Es un tiempo en el que los químicos y el jugar con ellos tienen un peso fundamental en el resultado final del revelado, además de lo imprevisible. Se trata de una temporada de pruebas, de ensayo y error, que es tan formativa como misteriosa.

Otra de las obras que componen la muestra.

Por oposición, la segunda etapa, comprendida entre 2007 y este mismo año, 2024, es todo lo contrario: «Ahora es todo digital y hay votos que se van a ver que están hechas de hace tan solo unos días que no ha visto nadie». No es, sin embargo, un grupo de fotografías homogéneo, sino que hay colecciones varias de las cuales se podrán ver distintas muestras. Por ejemplo, la que ha bautizado como Neoclàssics y que consiste en reinterpretaciones de obras de pintura clásicas, como cuadros de Rembrandt, Velázquez o Botticelli, en las que las modelos «aparecen con tatuajes, mirando el móvil, etcétera».

De esta última serie se podrán ver algunas piezas que tienen tamaños similares, sino idénticos, a sus contrapartidas pictóricas, para emular al máximo el formato en el que se han inspirado, y en las que se puede apreciar, entre otras cosas, los cambios en los cánones de belleza de épocas tan alejadas como podrían ser la de Velázquez o Rembrandt y este presente tan mediatizado por la perfección atlética y la dictadura del filtro de Instagram.

El fotógrafo Pere Colom.

El resultado será algo «maravilloso», espera Colom, que confiesa que tras haber estado bastante tiempo alejado de lo artístico por centrarse en los encargos profesionales, desde «la pandemia abrió la caja de Pandora» y ahora «me es imposible cerrarla». De ahi ya han salido proyectos como el fotolibro Diosas de cuerpo y alma, en el que Colom retrató a mujeres en el contexto balear, y ahora avanza que «a lo mejor salen otros libros». Como él mismo destaca: «Cuando abres la caja luego cuesta cerrarla».

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