La muerte es uno de esos temas tabú que aún arrastra nuestra sociedad. Cuesta hablar de ello y, a menudo, solo se convierte en algo verbalizado después de que alguien cercano fallezca. Y aunque es un final, en muchos casos, por paradójico que suene, la muerte es solo el principio para los que quedan en este mundo con tan solo una gran ausencia como compañía. El duelo es, precisamente, la puerta de entrada de Mr. Grief, nuevo documental de Sílvia Ventayol que es secuela de Mrs. Death.
Ventayol destaca que con Mrs. Death, cinta que trata la fotografía post mortem, es decir, la práctica de fotografiar difuntos como una manera de recordar y mitigar el dolor de la pérdida, «me limité a esta práctica porque era muy potente, pero había mucho más». Tanto había que, de hecho, se convenció rápidamente de que «daba para otro documental». Esto es Mr. Grief, la respuesta lógica a la primera parte del mismo modo que el duelo es la consecuencia lógica de la muerte.
En esta entrega, que se halla en proceso de financiación, hablará de «lo que hacemos como sociedad cuando alguien fallece». Un ejemplo de ello es lo que el sociólogo francés Bernard Crettaz creó en 2004 y llamó Café de la Muerte, un lugar de encuentro para quien desea charlar sobre ello. Esta práctica se ha extendido y ha llegado a Palma de la mano de Glynis German, quien abrió uno en 2019.
A pesar de estas iniciativas, para la directora es obvio que «aún es un tabú». De hecho, estas mismas propuestas ejemplifican en su proliferación lo difícil, pero necesario que es hablar de estos temas. Ventayol, de hecho, lanza otro ejemplo de cómo parece que la sociedad pretende no mirar de frente esta realidad: «La baja por defunción es solo de tres días o, por ejemplo, a diferencia de cuando nace un bebé, nadie te atiende cuando muere alguien».
En este desconocimiento general incluye cosas como que «sí, nos enterramos o incineramos, pero nadie sabe cuánto cuesta hacerlo o si hay otras posibilidades». También pretende explorar los rituales que surgen, como los funerales laicos o los grupos de apoyo y terapia que también existen. Básicamente, Mr. Grief trata de ser un claro de luz en el oscuro bosque que sigue siendo la muerte y el duelo, aunque reconoce Ventayol que es un tema «fascinante», confiesa «algo de miedo por si me acaban llamando Doctora Muerte o algo así. Es un tema que sí o sí voy a cerrar», admite la cineasta.