A los 85 años de edad ha fallecido en Palma el pintor y escritor Josep Maria Miró Llull, un artista polifacético de una gran sensibilidad que participó, desde 1956, en numerosas exposiciones colectivas.
En sus años mozos recibió una formación humanista y mercantil, y fue contratado en distintos comercios. Se especializó en gestión administrativa y contable, y tras entrar a trabajar en una empresa industrial fue trasladado a Madrid durante más de veinte años. Fue nombrado director administrativo y ocupó otros cargos de importancia y después regresó a Palma, donde relanzó su carrera artística.
Fue un gran amigo del escritor José Luis Sampedro, autor -entre otras obras- de La sonrisa etrusca- y en una ocasión lo trajo a la Isla para pronunciar una conferencia. Publicó una carpeta de grabados con poemas de Sampedro. Miró Llull cultivó especialmente la acuarela y su obra pasó, con los años, de la figuración a la abstracción lírica. Para volver, finalmente, a la figuración.
En 1986 participó en la Feria de Arte Contemporàneo ARCO y en 1989 realizó unas carpetas de seriografías con el pintor Juli Ramis. Como escritor también destacó y recibió algunos premios y distinciones. Tras sufrir un cáncer en 2005, se volcó en un blog de internet donde publicó numerosos artículos relacionados con esa enfermedad, además de varios libros. Últimamente, antes de que su salud se deteriorara de forma irreversible, pintaba bodegones.
El galerista Joan Oliver 'Maneu', que fue un gran amigo de Miró Llull durante muchas décadas, ha destacado hoy la calidad de su obra: «Era un artista muy interesante. Y polifacético. Recuerdo que la Revista de Occidente premió uno de sus cuentos cortos. Josep Maria tenía una gran sensibilidad».