El sector audiovisual balear encara un nuevo verano con proyectos sobre la mesa, tanto a nivel local como internacional, y con la reciente y polémica Ley Audiovisual aprobada por el Congreso, que ha indignado a amplios grupos que forman parte del sector. Ultima Hora ha querido saber la opinión de los propios profesionales del cine para llevar a cabo una radiografía del sector, con sus puntos fuertes y débiles, así como los principales retos y metas. Por ello, la cineasta Victòria Morell, delegada de CIMA en Balears, el presidente de la Associació de Productors (APAIB) Kiko Domínguez, el director de la Mallorca Film Commission, Pedro Barbadillo, y el presidente de la Asociación de Cineastas, Guillem Miró, dan sus puntos de vista.
Victòria Morell, delegada de CIMA en Baleares: «Hay una oleada nueva de creatividad y de talento muy resiliente»
En el caso de Morell, el sector audiovisual isleño goza de buena salud en cuanto a «talento y creatividad», pero adolece, principalmente, de la «falta de confianza institucional» que no acaba de ver el sector «como motor económico y cultural». En este sentido, Morell denuncia «la anomalía balear» que se da por «el gran desconocimiento de los políticos que lideran las instituciones vinculadas al sector». Además, según Morell, el «ejemplo claro es la mala gestión que se está llevando a cabo por parte del Govern y los organismos vinculados a la cultura» y explica que «nadie se imaginaría que la Conselleria de Turisme no destinara dinero al turismo, pero es lo que sucede en el sector cultural». Más concretamente, al hablar del sector audiovisual, para Morell «se vive con frustración» que «cuando hay que poner 500.000 euros para el concierto de Los40 o 200.000 para los Premis Max se ponga, que me parece estupendo, pero no a costa de ahogar al sector audiovisual que reparte 600.000 entre toda la industria de manera anual».
Esa subvención, por cierto, «que todavía estamos esperando», en relación a la de 2021, y cuya convocatoria para 2022 «aún no se ha lanzado», lo que implica «dos años de tener parado el trabajo y no poder avanzar ni crear incluso no poder cobrar», algo totalmente «inasumible para una productora que debe asumir el riesgo de invertir 30.000 o 40.000 euros porque si finalmente no obtiene esa ayuda causaría un daño irreparable a la empresa». A pesar de ello, Morell defiende las negociaciones y el diálogo. De hecho, según anuncia, el «Consell de Mallorca, tras una reunión conmigo como representante de CIMA, se ha comprometido de cara a la siguiente convocatoria de ayudas a implementar cuotas de género», logrando así que «así como se puntúa favorablemente a las obras en catalán, también se hará con aquellas que contengan dirección y guion elaborado por mujeres y un equipo liderado en más del 40 % por mujeres».
Interlocución
En este sentido, Morell defiende también el trabajo que realiza su asociación, Cima: «Somos un interlocutor válido a nivel institucional y trabajamos como lobby político para garantizar que se implementen todas las medidas de igualdad posible dentro de las convocatorias públicas». Todo ello a pesar de que «desde APAIB, ACIB y CIMA hemos pedido reuniones constantes y un mayor diálogo a las instituciones que se han negado en la mayoría de ocasiones», lamenta la realizadora y guionista.
Finalmente, Morell destaca los frutos que el talento balear sí está exportando, como Marta Sánchez, «guionista de la última película de Netflix con protagonista a Aitana Sánchez de Operación Triunfo» o Marga Melià, que gracias al programa Cima Mentoring ha podido trabajar el guion de su próxima cinta con Clara Roquet. Es el resultado de «un compromiso real» y de una generación de creadores y creadoras «que se han formado en una época de crisis del sector, lo que implica mayor resiliencia y adaptabilidad».
Pedro Barbadillo, Director de la Mallorca Film Commission: «Hay gran interés por rodar aquí, pero hay que agilizar los trámites»
Pedro Barbadillo es la cara visible de la industria cinematográfica en la Isla. Dirige la Mallorca Film Commission, que cada año recibe cientos de propuestas de rodajes y que durante los próximos meses auguran un verano «movido y un otoño ardiente» de proyectos. En su opinión, la «profesionalidad y la capacidad del sector en Mallorca han crecido mucho» y cada vez «se incorpora más equipo local a las producciones de origen nacional e internacional», que se suma a «las ya buenas localizaciones, clima y una gran conectividad». Estos son los principales puntos fuertes que Barbadillo señala como las bondades de Mallorca como plató cinematográfico, pero también hay una cruz.
«Tenemos un cuello de botella en cuanto a permisos». Esto se debe a varias cosas, como las competencias de algunos territorios que pueden ser estatales, locales o autonómicas, cada una con sus respectivos trámites burocráticos. «Nos encontramos con limitaciones, sobre todo administrativas, no de fondo, que dificultan los rodajes» y que, sin ir más lejos, «mantuvieron en marzo un rodaje de 5 millones de euros en el aire por los retrasos en las concesiones», señala.
Las tasas también son otra traba. «Ha habido una improtante subida y en algunos lugares coinciden varios permisos», lo que está creando la «fama de destino caro» porque algunos proyectos pueden decidir «irse a otros lugares del Mediterráneo y descartan Mallorca por sus costes». A pesar de todo, para Barbadillo «las administraciones están aprendiendo a agilizarse» y, además, se «pueden tomar medidas que faciliten estas cosas». Asimismo, para el director de la Mallorca Film Commission, conviene tener en cuenta «esta industria es una forma de desestacionalizar el sector» porque «cada vez hay más rodajes a lo largo del año, no solo en verano» y con el plus de que «se ha pasado de rodar solo publicidad a hacer también ficción». Por ello, la apuesta es segura ya que «se están creando espacios de creación en todo el mundo» debido al aumento de la demanda por «las plataformas», por lo que es un «sector que se quiere consolidar y puede ser un elemento complementario a la economía del turismo», menciona. Ante ello, el presidente de la Mallorca Film Commission defiende que las «instalaciones permanentes» permiten acoger filmaciones que no estám tan limitadas por el clima o los espacios naturales, haciendo hincapié en las oportunidades que la Isla ofrece sobre todo en relación a los rodajes acuáticos.
Kike Dominguez, Presidente de APAIB: «La nueva Ley Audiovisual aprobada fomenta la competencia desleal»
El presidente de APAIB, Associació de Productors Audiovisuals, Kiko Domínguez, comparte que hay «un alto nivel creativo y técnico» en los profesionales isleños a pesar «de las ínfimas ayudas» debido a que «las instituciones públicas no creen en el poder económico y cultural de la industria». Es el principal lastre: «La falta de apoyo» nos hace «ser la comunidad que menos invierte y con la televisión pública (IB3) con menor presupuesto en producción». En este sentido, parece que «preferimos atraer producciones foráneas más pobres que desarrollar el talento de nuestros profesionales».
A ello se suma «la falta de agilidad» de la administración, poniendo por ejemplo que el ICIB «no sacó la convocatoria de 2021 hasta diciembre» y cuya resolución ha salido este mes de junio. Además, «la convocatoria de 2022 debía salir en marzo, pero no podía salir porque faltaba la de 2021». Por ello, reclama «un cambio radical en el ICIB, desde sus cimientos». «No solo no funciona, sino que es un obstáculo y la cultura en general, y el audiovisual en particular, son la gran asignatura pendiente del Govern». Por último, para Domínguez la Ley Audiovisual aprobada por el Gobierno es «un ejemplo del daño que un legislador puede hacer con un cambio de palabra. Antes un productor independiente era el no vinculado a un prestador de servicio de comunicación audiovisual, o sea una plataforma VOD o televisión. Ahora la ley deja que esa productora de plataforma o televisión pueda ser declarada independiente y acceda a ayudas, si trabaja puntualmente para otra plataforma o televisión». Eso implica «competencia desleal y fomenta un duopolio entre Atresmedia y Mediaset».
Guillem Miró, Presidente de ACIB: «La gente del ICIB sabe de cine lo que yo sé de hípica»
Guillem Miró, presidente de la Associació de Cineastes de Balears (ACIB), opina que «en Mallorca mucha gente quiere hacer cine por pasión, no por dinero ni fama», lo que significa que «la producción no va a parar», pero «no se puede ser competitivo por mucha pasión que tengas si no hay financiación». Es ahí donde entran «las instituciones públicas y privadas», como el Institut d'Indústries Culturals de les Illes Balears (ICIB), un organismo que para Miró es de gran importancia: «Para que funcione el sector audiovisual es indispensable el buen funcionamiento del ICIB».
Sin embargo, según Miró «desde el ICIB no conocen el sector y no solo eso, en este mandato no hay interés en mejorar». «Hay lentitud, retrasos y su respuesta ha sido desprecio, como si fuéramos el enemigo, algo incomprensible porque deberíamos ayudarnos mutuamente». Así pues, para Miró, la buena salud del sector pasa por «más dinero», que es el principal problema siempre, y para lograrlo todo pasa por «tener gente que sepa del tema, un conseller que sepa qué es la cultura y gente del ICIB que sepa cómo funciona el sector porque saben de cine lo que yo de hípica», denuncia el cineasta mallorquín.