Ulls com piscines es la carta de presentación de 1963, el nuevo LP de Els Pets, ya en comercios. Este tema, como el grueso del LP, respira esencias británicas, ya sea desde el flanco del rock de garaje, el power pop o el revival mod, con ecos a The Kinks, Teenage Funclub y The Jam, respectivamente. Ese colorido mosaico fue el que mamaron los miembros del trío (Lluís Gavaldà, Falin Cáceres y Joan Reig), todos ellos nacidos en 1963, de ahí el título de este álbum que reivindica el bagaje que dejan los años vividos.
El Teatre Principal de Palma acogerá esta noche su presentación, a partir de las 20.00 horas.
Según palabras del grupo, el décimo tercer disco de Els Pets «es una clara apuesta sonora por el optimismo adulto, con letras que recuperan el tono irónico y descreído de trabajos anteriores».
1963 es un antídoto contra el gris natural de una pandemia que aun se deja notar en el ánimo de la gente; también es un alegato en clave musical a los buenos tiempos que aún nos quedan por vivir. Joan Pons (líder de El Petit de Cal Eril) produce este trabajo que comparte título con uno de los grandes himnos de otra banda que, de buen seguro, se alinea entre las preferencias de los catalanes, New Order, cuyo tema 1963 dibuja una macabra historia de amor que, aun en las antípodas del corazón ardiente lírico de los catalanes, sí comparte, en cambio, la misma atmósfera de guitarra.
Gira
Este sábado, 30 de abril, marca el punto de ignición en la gira de Els Pets, el marco elegido ha sido el Festival Strenes de Girona. Mallorca será la siguiente parada del que se prevé un largo periplo por los Països Catalans. La banda de Constantí regresan dando un puñetazo a la mesa, con un disco arrebatador, dulce y descarado, pero también sobrio y detallista, repleto de melodías pegajosas que envuelven historias con alma.
Son doce canciones que piden ser escuchadas con calma, reflejadas en los clásicos del pop británico, pero al mismo tiempo con una voluntad rompedora y contemporánea. 1963 es un canto adulto en la vida, condensado en piezas breves pero intensas, como el buen pop.
Escuchando estas nuevas canciones queda claro que el trío tarragoní no se ha dejado arrullar por los premios y galardones –acaban de recibir la Creu de Sant Jordi– y han decidido tejer un antídoto sonoro para la pandemia, un alegato musical a las ganas de vivir.