Puede gustar más o menos, pero no hay duda de que Rosalía es ya una estrella. Haga lo que haga, se habla de ello y los ojos puestos sobre ella se cuentan por millones. En la madrugada de este viernes lanzó su nuevo álbum, Motomami, que con sus 16 canciones y 42 minutos ha alcanzado copas de acontecimiento musical del año. En Mallorca, como no podía ser de otra manera, no ha pasado desapercibido este capítulo en la historia de la que sí es nuestra artista más internacional.
«El disco todavía no ha llegado, pero ya han venido varias personas preguntando por él» detalla Miquel Àngel Sancho, gerente de la tienda de discos Xocolat. Sancho confiesa que no ha escuchado lo nuevo de la catalana y que no le «interesa demasiado», pero reconoce «el fenómeno» y el «morbo» que mueve. Sí que considera que «es un tipo de música que a la gente le interesa tener en físico, como cuando vas a casa de alguien y miras los libros que tiene, pues también te fijas en los discos» y le concede el éxito de saber moverse «en la extravagancia» hasta el punto de que «todos estemos hablando de ella».
Por su parte, el artista Baaldo reconoce abiertamente ser «fan, fan, fan» no solo de Rosalía, sino de Motomami. «Me gusta mucho el álbum y la estrategia que hay en él», indica a la vez que añade que «nunca habíamos escuchado a Rosalía hablando de lo que le gusta y de contando lo que quiere contar» porque en sus dos discos previos eran versiones (Los ángeles, 2017) y una historia de la que ella era la narradora (El mal querer, 2018). A su vez, para el mallorquín no es cierto que «se haya vendido» sino que «la esencia de la antigua Rosalía sigue ahí en un disco para todo el mundo» con tintes personales y que la confirman como una artista que «no es de España ya, es del mundo».
Por su parte, Llorenç Romera, de Salvatge Cor, opina que «es un disco divertido e incómodo al mismo tiempo. Valiente y juguetón, como su producción». «No tiene miedo de poner el dedo en la yaga y buscar polémica, cosa que debería generar debate. Es una declaración de intenciones», remata. El músico y compositor reconoce que «en su primera escucha, me ha gustado mucho la segunda mitad del disco». En todo caso, augura que «el álbum funcionará mejor en América que por aquí. G3 N15 y Como un G, por ejemplo, son joyas».
El escritor Agustín Fernández Mallo, que también ha cosechado varios proyectos musicales, participó en La Rosalía. Ensayos sobre el buen querer (Errata Naturae, 2021) coordinado por Jorge Carrión. El volumen surgía a raíz del lanzamiento de El mal querer y en aquel entonces reconoció que «es un tipo de música que no me gusta especialmente» y que le interesaba más bien en un «plano teórico y en este sentido me parece una genialidad». Ahora, el aclamado autor suscribe esas palabras sobre el último trabajo de este fenómeno.