El escritor y periodista Rafel Nadal concluye su trilogía dedicada a la memoria con la publicación de «Quan s'esborren les paraules» (Columna en catalán y Destino en castellano), una novela que rinde homenaje a sus padres: «Cuando mueren los padres, morimos también un poco nosotros», ha dicho en una entrevista de Europa Press. Diez años después de la publicación de «Quan érem feliços» y ocho de «Quan en dèiem xampany», el autor parte en esta novela de la muerte de su padre y la enfermedad neurodegenerativa de su madre para narrar, a través de recuerdos, sus vidas.
A su juicio, la palabra da la vida porque todo lo que alguien recuerda todavía existe, y dice esperar que sus nietos lo hagan revivir a él también explicándoles sus historias a sus respectivos hijos y nietos: «De todas las vidas eternas, esta es en la que más confío». El libro habla de la muerte y la decrepitud, pero el autor asegura que es también una celebración de la vida y que, aunque en él se lamente de algunas cosas que se están perdiendo en el mundo actual y haya una cierta nostalgia, está lleno también de ilusión y de esperanza por lo que llega. «Yo intento ser honesto y realista y no esconder el dolor por las cosas que se pierden, pero es un homenaje a mis padres lleno de ternura y esperanza», ha dicho.
La madre
El autor describe a su madre como a una mujer intelectualmente muy potente y muy avanzada a su época: «Mi padre era la vitalidad física; ella, la intelectual». Sin embargo, mientras que su padre murió de forma repentina, su madre ha sido víctima de una enfermedad que la ha ido dejando incomunicada, por lo que Nadal dice que le subleva pensar que su madre «no ha podido tener un final de acuerdo con su vida». Con todo, asegura que su madre es un símbolo, y que al hablar de su madre habla en realidad de todas las personas que tienen familiares con enfermedades neurodegenerativas y que pasan por situaciones parecidas. Su objetivo es hacer entender a través de sus recuerdos que detrás de una persona mayor con una enfermedad hay una vida como la que puede estar teniendo el propio lector: «Explicando las pequeñas cosas de mi madre hablo en realidad de algo más general».
La generación de la posguerra
El libro también tiene la voluntad de rendir homenaje a la generación de sus padres, la de la posguerra, puesto que a su parecer es una generación que tuvo que vivir la frustración de las expectativas de antes de la guerra y decidió sacrificarlo todo para las generaciones posteriores. «Creo que mi generación tuvo un grado de soberbia con la generación anterior. Les quisimos explicar cómo había sido la guerra que ellos habían vivido y nosotros no», ha dicho.
En este sentido, Nadal ha explicado que le gustaría traspasar algunas cosas del pasado a los jóvenes, hacerles entender aquello que a su juicio funcionaba bien y puede ayudarles a tener una vida más plena, para que «vivir el presente no implique renunciar al pasado al completo».