Esta semana, el actor y dramaturgo Toni Gomila acaba de empezar en Barcelona los ensayos de la versión de Hamlet que dirige Oriol Broggi y que se estrenará en diciembre. El actor y director de Produccions de Ferro protagonizará, a partir de hoy viernes en el Espai del Tub de Palma (ubicado en la Plaça del Tub), los actos de celebración del décimo aniversario del estreno de Acorar, el monólogo sobre una forma de entender el mundo, desde Mallorca, que supuso un punto de inflexión en su trayectoria profesional.
¿Qué características va a tener esta versión de Hamlet, en la que participa con la Perla 29?
—Es una versión traducida por Joan Sellent y dirigida por Oriol Broggi, que se representará en el espacio singular del Cine Aribau (Barcelona), reconvertido como teatro y con una grada accesoria montada para la ocasión. El montaje mezclará cine y teatro. Las condiciones de esta puesta en escena marcan la obra hasta el punto de que se llama Hamlet Aribau. Me papel es la interpretación de Polonio, aunque la mayoría de actores representaremos a más de un personaje.
Esta semana, el periodista Andreu Gomila se preguntaba si aún tiene sentido representar clásicos.
—Yo creo que Hamlet puede estar vigente en cualquier época, lo único que hay que hacer es encontrar el Hamlet que te interpele, y estoy seguro de que Oriol Broggi lo hará.
¿Cómo es trabajar con La Perla 29, a cargo de Oriol Broggi?
—Es una productora que trabaja como si fuera una compañía. Se esfuerzan en crear un entorno da familiaridad. Para algunos puede representar algo negativo, pero, para mí, que soy un desplazado, eso me hace sentir muy bien.
¿Qué recorrido tendrá este montaje?
—Se estrenará el 1 de diciembre. Habrá una gira a partir de otoño. Falta aún mucho tiempo, pero las obras de Oriol suelen representarse en Mallorca: en Manacor y, últimamente, en Palma.
Acorar cumple diez años. ¿Cómo lo celebrarán en Produccions de Ferro?
—Lo celebraremos durante todo el año. Las actividades que darán comienzo a esta celebración son las representaciones de este fin de semana [días 1, 2 y 3], en el Espai del Tub de Palma. El día 9, se proyectará el documental Acorats, crónica d'un fenomen, de Joan Martí, que irá seguido de un coloquio con el director Rafel Duran, Fruela Fernández, Margarida Troguet y Carme Castells. Después, irá al festival Temporada Alta. Desde el principio, Acorar ha tenido un idilio con Girona.
¿Cree que Acorar le ha resituado en el panorama teatral?
—Profesionalmente, ha representado un cambio radical, para mí y para Produccions de Ferro. Tenía la suerte de ya haber trabajado mucho antes de la llegada Acorar, pero la obra me abrió la posibilidad de trabajar en otro tipo de proyectos, completamente diferentes a lo que había hecho, como actuar en el Teatre Nacional de Catalunya o en la inauguración del Festival Grec. Fue un cambio también como persona, me obligó a una cierta reflexión personal.
¿Cuál cree que ha sido el secreto de Acorar?
—Si lo supiera, haría un Acorar cada año. Creo que lo importante ha sido seguir trabajando, rascando, olvidar todo lo que pasó con Acorar y exponerse de nuevo. Acorar me ayudó a ver qué es lo que yo sé hacer y qué hay de singular en lo que yo podía expresar. Jugar con mi mallorquinidad y buscar los referentes más cercanos, me ha hecho sentir cómodo, pero hay otras mallorquinidades, como la de los ‘forasters' o la de los magrebíes. Algún día, los hijos de magrebíes expresarán con una manifestación artística lo que es su realidad.
¿En qué situación se encuentra la próxima temporada de la serie Pep?
—En julio, acabamos el rodaje de la tercera temporada, que ahora está en producción. Se estrenará en enero. El ambiente ha sido excelente. Hemos tenido la sensación de que lo que hacíamos era útil socialmente. Hemos participado en un entretenimiento pedagógico, en un reconocimiento del valor social de los cuidadores y en ayudar a convivir con enfermedades como el Alzheimer.
La serie se estrenó en IB3 y, después, llegó a Catalunya.
—Es curiosa la repercusión de la emisión en Catalunya. Me he encontrado gente por la calle, en ciudades catalanas, que me reconoce como Pep.