La undécima edición del Atlàntida Mallorca Film Fest arrancó este lunes en el patio de La Misericòrdia, en Palma, en una velada de reencuentros entre profesionales y amantes del sector cultural, sobre todo del séptimo arte. El mal tiempo que predominó en Ciutat por la tarde dio finalmente una tregua y la inauguración pudo llevarse a cabo tal y como estaba previsto. La lluvia no estuvo presente, pero una agradable brisa amenizó la gala y permitió a los asistentes guardar sus abanicos. La película El ventre del mar, de Agustí Villaronga y premiada con seis biznagas en el último Festival de Málaga, alzó el telón de esta cita con el cine europeo.
El cofundador de la plataforma de streaming Filmin y director de este festival, Jaume Ripoll, pronunció un contundente discurso a favor de la «celebración” de la vida», una «invitación al optimismo», del «estar aquí a pesar de todo», después de este año y medio en el que «lo hemos pasado tan putes». Asimismo, Ripoll invitó al público a «equivocarse y perderse entre las preguntas y contradicciones» que surgen en los diferentes contenidos de la programación de este festival que lleva el nombre de un continente «perdido». «Desconfiad de aquel que no dude, de las películas que más que plantear dilemas ofrezcan respuestas», aseguró. El Atlàntida, insistió, es un festival online y físico, que «defiende las salas de cine, lo cual no es una contradicción, sino una convicción. Nos interesa la Europa de proximidad, la de los pequeños comercios y nos interesan poco aquellos que quieren ir al espacio», sentenció el responsable del evento.
La nota musical la puso la cantante y compositora Maria Rodés, que, en formato trío, desplegó su atractivo proyecto que mezcla música española tradicional, pop y bossa nova. Rodés quiso aunar también música y cine con su repertorio, todo un homenaje, como ella misma confesó, a las cantantes que también fueron actrices, como Sara Montiel o Lola Flores, ya que de pequeña quiso dedicarse a la interpretación. Rodés se ganó al público con su complicidad y su carisma encima del escenario de La Misericòrdia.
Historia
Por su parte, Agustí Villaronga fue recibido calurosamente por el público y subió al escenario con la sencillez que le caracteriza. El cineasta agradeció que El ventre del mar, que hizo historia en Málaga, pueda verse «en casa», porque, insistió, «es una película muy mallorquina».