Hay muchos títulos que resumen los años 90, pero para los que fuimos niños esa década los hay que nos marcaron más que otros. Space Jam es uno de ellos. No era la primera vez que fusionaban dibujos con personajes reales, pero sí era la primera que los Looney Tunes se juntaban con Michael Jordan en una loquísima historia de baloncesto espacial. Dos décadas después los mismos –pero no iguales– Tunes se unen a LeBron James en Space Jam: Nuevas leyendas, secuela que se estrena el próximo viernes en España y que ha dado de qué hablar estos meses. En ella ha trabajado como clean-up artist el mallorquín Christian Maymó, que da el salto desde la nominada al Oscar Klaus a la Warner cumpliendo «un sueño: el tener entre mis manos a los Tunes».
¿Qué hace un ‘clean-up artist' como usted en un filme como este?
— A grandes rasgos nuestro trabajo consiste en trazar la línea del dibujo final que veremos en la pantalla. Es un trabajo minucioso de mucha precisión y atención, ya que no sólo somos responsables del look final, sino que debemos asegurarnos de que haya consistencia y solidez.
Space Jam llega tras el éxito de Klaus, ¿va su carrera en ascenso?
— Bueno, eso está por ver (risas). La intención es crecer y mejorar y al mirar atrás ver el progreso conseguido. Eso no quita que cuando oí rumores sobre esta peli deseaba con todas mis fuerzas trabajar en ella. Crecí, como muchos de nosotros, con los Looney Tunes y han sido un referente. Tenerles ahora entre mis manos ha sido un sueño hecho realidad y un logro a nivel profesional.
La cinta ha levantado polémica por el diseño de Lola Bunny, ¿cómo ha vivido este tema? ¿Tuvo relación con este personaje?
— Sí, de hecho yo dibujé mayoritariamente a LeBron, Lola y Bugs Bunny. Sinceramente, he estado bastante al margen de la polémica hasta hace poco. Puedo entender las reticencias a que cambien personajes de la infancia, pero no debe sorprender ya que hemos vivido muchos cambios a lo largo de la historia del cine. Más cuando hay 25 años de diferencia entre la peli original y la secuela. Por poner otro ejemplo, además de Warner, un claro caso de personaje que ha evolucionado con el paso del tiempo es Batman, que ha cambiado tanto en diseño como en intérpretes.
¿Qué opina de esas críticas?
— Todos los que estamos relacionados con la creación de un producto tenemos que estar preparados para las críticas, buenas o malas. El arte es uno de los pocos sectores en los que hay libertad de opinar independientemente de nuestro conocimiento sobre el tema, y con esto quiero decir que a quien no le guste la película, me sabrá mal, por supuesto, pero son cosas que pasan. Es la suerte de tener diferentes géneros. Para mí, lo importante es sentirme cómodo y orgulloso de lo que hago y disfrutar de la experiencia.
La cinta se estrena el 23 en cines y plataformas, ¿es más de una que de otra?
— Las plataformas ofrecen la solución de disfrutar en casa para quien no puede salir y no quiere perderse un estreno. O si quieres el plan de mantita y peli, por lo que me parece genial que haya esa opción. Aun así, mentiría si no dijera que no hay nada como el olor y el ‘crunch' de las palomitas recién hechas y sentarme en un butacón frente a una pantalla gigante para acabármelas durante los anuncios (risas).
¿Cómo ha sido el día a día teletrabajando desde Canarias?
— Me gustaría decir que hacía un horario de 7 u 8 horas, con descansos, y luego me iba a la playa cada tarde, pero cuando te metes en un berenjenal como hacer un largometraje para la Warner lo último que piensas es en apagar el ordenador. Además, la pandemia retrasó mucho la producción, pero la fecha de estreno se mantuvo, así que todos pusimos de nuestra parte. Aprovecho para hacer mención a mis abuelos, Bel y Biel, que me han inspirado con su resiliencia y constancia a poner el corazón en lo que hago. Haría lo que fuera por recuperar esas 100 horas semanales de trabajo y habérselas dedicado mientras podía. Les quiero mucho.