La actriz Ann Perelló, quien no ha parado de trabajar estos meses en los que ha actuado en La caza: Tramuntana, La que se avecina o su serie para IB3 Nou Normals, da el salto a la producción y la escritura con su primera obra teatral, Nua, que estrenará en el Teatre Principal el próximo mes de abril. El texto, coescrito junto a la también actriz Andrea Ros, versa sobre «un tema superinvisibilizado y tabú: los trastornos de alimentación», desde una óptica «personal», según cuenta la propia Perelló quien ultima los detalles de una producción dirigida por Marta Aran y en la que colabora el prestigioso videocreador Miquel Àngel Raió.
La actriz, que en esta ocasión se pone también en el papel de productora, confiesa estar «con muchas ganas de actuar» porque aunque «estoy agradecida por el apoyo del Principal y de poder haberme hecho yo mis proyectos, no deja de ser muy cansado», confiesa con buen humor.
Sobre la temática de Nua, Perelló tiene claro que es «algo que nos toca a todas las mujeres», sin obviar que «a los hombres poco a poco también les pasa porque la perfección también se está instalando en ellos». Sin embargo, y ella lo sabe perfectamente, son ellas quienes lo sufren más. «Todo el día te dicen cómo tienes que ser, cómo comportarte, que no llores porque así no estás guapa, etcétera».
En resumidas cuentas, «ha habido momentos en el que todas hemos sido juzgadas por nuestro físico». En este sentido, Perelló habla «desde la tranquilidad que he alcanzado con mi cuerpo», algo que ha requerido de tiempo para lograr ya que en su profesión, precisamente, «influye más», aunque reconoce que también «me ha ayudado a decirme que soy como soy y que si a alguien no le gusta, pues mala tarde».
Belleza real
Porque de eso va todo, al fin y al cabo, de la capacidad de aceptación de uno mismo. Perelló, por ejemplo, lanza la pregunta reflexión acerca de «qué es eso de la belleza real». No obstante, bajo el paradigma de que «estereotipos hay en todas partes y con filtros que nos opacan el físico, pero reales son todos los cuerpos y todas las bellezas».
Por esa razón, en Nua «hay mucho de personal», de desnudez poética, pero también de «intentar visibilizar un tema tabú, del que no hablamos ni con familiares ni amigos y que además hace que nos reculpabilicemos por no sentirnos cómodas con nuestro cuerpo». Y todo es tratado de «una forma muy poética a través de un monólogo», pero teniendo clarísimo «que no trata de ser aleccionador».
El objetivo deseado, aunque no impuesto, es el de llegar a no «lanzar el juicio antes de preguntar a alguien cómo está», consiguiendo así que el juicio del físico, aunque quizá no desaparezca, no sea el inicio de la aproximación al cuerpo de otra persona. Sobre esto, Perelló sugiere que «quizá deberíamos empezar por preguntar cómo está la gente en vez de emitir el juicio y asumir que por estar delgada o no ya están mejor o peor».