Antoni Caimari Caldés, hijo de Antoni Caimari, fundador y presidente de honor de la Fundació ACA –con base en Búger–, no quiere entrar «en ningún tipo de disputa» con el Patronato de dicha entidad. Lo único que quiere «y me importa es que se solucione el tema personal de mi padre, que lo ha dado todo a la sociedad mallorquina, su casa, su vida y todo su legado, y por eso creo que las instituciones nos tienen que ayudar a sufragar sus cuidados ahora que es mayor y no está bien». Así responde el hijo de Caimari a las informaciones publicadas en la prensa a raíz de una carta firmada por más de 20 artistas y colaboradores de su progenitor, en la que denunciaban un posible «desahucio» del fundador de ACA de la casa que tiene en lo terrenos de la Fundació. Caimari Caldés exige ayuda por parte de las instituciones, tanto del Govern como del Consell. De hecho, este mismo viernes se reunirá con la presidenta insular, Catalina Cladera, y está a la espera de una recepción con la jefa del Ejecutivo balear.
Antoni Caimari, que se encuentra «muy enfermo», reside en una «casita» que levantó en ‘territorio ACA' y de la que tiene el usufructo, «por lo tanto puede estar ahí, supongo que lo que se quería decir en esa carta cuando se hablaba de un posible desahucio es que ya basta, que estas personas tienen que ayudar a mi padre».
Cuidados
En este momento, la familia del fundador de la Fundació ACA se encuentra bajo el cuidado de una familia que reside con él y vela por sus cuidados. El coste mensual es de «unos 1.500 euros, y mi padre cobra 500 euros de una pensión no contributiva, los otros mil euros los pongo yo de mi bolsillo, pero me estoy endeudando y teniendo muchos apuros económicos. ¿Qué pasaría si yo no pudiera pagar esa suma de dinero? Mi padre se tendría que ir a una residencia; el Patronato, de hecho, me ha estado presionando para llevarle a uno de estos centros», cuenta. Por esta razón, «desearía que las instituciones y la Fundació ACA devuelvan a mi padre todo lo que ha hecho él por ellos». Se refiere al hecho de que Antoni Caimari donase, en los años 80, todos esos terrenos de Búger donde se levantó la Fundació, «creo que es de justicia que ahora se preocupen por él», insiste.
Piano
De todo lo donado por Antoni Caimari la Fundació ACA, su hijo destaca un piano Bösendorfer Imperial que adquirió en la década de los 80, del cual «solo hay unos siete u ocho en toda España y cuyo precio ahora mismo sería de entre 150.000 y 180.000 euros», aclara Caimari Caldés. «El Patronato y las instituciones, los políticos, esos que tantas fotografías se han hecho con mi padre, deberían tener todo esto en consideración, son ellos lo que ahora tienen el legado de mi padre, es lo más justo», aclara.
Finalmente, y más allá de la situación de su padre en la Fundació ACA, Caimari Caldés confiesa que la voluntad de su padre es que la entidad que creó pase a formar parte de los centros que gestiona «el Consell de Mallorca» y que así «deje de estar en manos privadas».