Hoy está siendo un día «duro» para la escena musical de Mallorca. Jaime Triay, el ‘patriarca' del punk mallorquín, falleció la madrugada del martes a los 56 años de edad. La luz del cantante de la mítica banda isleña Cerebros Exprimidos se apagó tras años de lucha contra la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), enfermedad que padecía desde 2016.
Triay era uno de los referentes de punk rock en Mallorca y Cerebros Exprimidos uno de los grandes del género. El grupo se disolvió a finales de los 90 y su trayectoria fue reconocida años después con un disco homenaje en el que colaboraron numerosas formaciones.
Los inicios de Cerebros Exprimidos se remontan a los años 80 y se mantuvieron en activo hasta 1998. El punk y del hardcore estadounidense sirvieron de inspiración para sus canciones. Bebieron de grupos como Black Flag, Poison Idea, Dead Boys, Minor Threat, Dead Kennedys o Slaughter & the Dogs. Junto a Triay, militaron en Cebreros Exprimidos desde sus primeros pasos hasta su separación Jaime Triay, Churu, Juanmi Bosch, Cañete, Tino Font y Sergio Prior.
Concurso
Tras resultar finalistas en el concurso Pop Rock de Palma, su primer miniEP, Cerebros Exprimidos, editado por Romilar D, llegó en 1989. A partir de ahí, ficharon por Munster Records, editando con ellos Más suicidios!!! (1990) y Bonzomanía (1991). Su repercusión llegó hasta las más importantes discográficas del género en Norteamérica, como SFTRI o Grita!. El primer sello publicó el sencillo Another day, bajo el nombre de Squeezed Brains, mientras que su siguiente LP, Demencia, vio la luz en Estados Unidos con Grita!. Este álbum producido por SPOT, que habría trabajado con bandas que Cerebros admiraba.
Fue en 1998 cuando la formación anunció su disolución tras la edición de su último LP, titulado Cerebrator.
Muchos lloran ayer la pérdida de quien fuera la voz de canciones capitales del género como Romper la red, Gritos en la noche, Fuera de control, Tienes Razón o Huye de ellos, entre muchos otros temas.
«Lo aprendí todo de Jaime, fue el que me lo enseñó todo, era una persona muy importante en mi vida», contó a este diario Juanmi Bosch, quien militó en Cerebros durante diez años. «Compartíamos muchas cosas, debido a su enfermedad todos sabíamos que llegaría este momento, pero cuando llega nunca estás preparado para asumir esto, hoy es un día muy triste». Triay «era un tío muy especial, una persona única, para lo bueno y para lo malo», añadió.
«Se ha ido una parte muy importante de la historia musical de esta Isla», según Ginés Fernández, del grupo Los Bélmez, amigo de Triay y que en los años 90 tocó con Cerebros Exprimidos. «Me ofrecieron tocar con ellos en un concierto en Barcelona. Me sentí bastante orgulloso», recuerdas.
Para el musicólogo Tomeu Canyelles, autor del libro ¡Esta es nuestra guerra! Historia oral del punk en Mallorca, «pocas personas han sido consecuentes y fieles como él; sin él, el punk en Mallorca y las Islas no hubiera sido lo mismo». «Era único, espontáneo, divertido, cumplió el sueño de muchos jóvenes de su generación, mucha gente le debería estar agradecido», agregó.