«Creo que tenemos que pensar y reflexionar sobre quiénes somos, sobre los mitos que hemos heredado. Tenemos que preguntarnos constantemente por la identidad, sobre quiénes somos y muy importante, sobre quiénes queremos ser. Por eso me gusta que el título del poemario, Nosaltres, qui, sea una pregunta. No tenemos que dejar de preguntárnoslo». Así lo advierte Mireia Calafell (Barcelona, 1980), que acaba de ganar el Premi Mallorca de Poesia 2019.
Calafell, codirectora de Barcelona Poesia junto a Josep Pedrals, avanza que el volumen saldrá publicado en el sello La Breu Edicions antes de junio. El poemario se estructura en dos partes, Vertical y Horitzontal, que responde a dos posibles actitudes a la hora de responder quiénes somos», detalla Calafell, que advierte que hace dos años formó parte del jurado de este certamen, que considera que «está muy bien dotado, pero que no se conoce suficiente». «La primera mitad responde a la idea de verticalidad y jerarquía, siguiendo la lógica de la exclusión, de nosotros como ‘nos-otros', es decir, violenta y exclusiva. A su vez, ese nosotros corresponde a un yo, el hombre blanco, occidental y heterosexual», explica. Así, los poemas son «más críticos» y también parten de mitos clásicos, que Calafell reinterpreta.
En este sentido, el primer poema del libro se titula La fundació y se basa en el mito de la fundación de Europa. «En éste, Europa ve a un toro blanco y, como es blanco, confía que no le hará daño. Así, se asocia el blanco con la belleza y la bondad. ¡Y madre mía la violencia que hemos ejercido los blancos en el mundo!», advierte.
En la segunda parte, la horizontalidad, Calafell habla del «nosotros, que lo podemos todo, de las plazas, de las calles, de la multitud, de la confusión y de la pluralidad». «Tal y como señala la filósofa Adriana Cavarero, hay una complicidad estructural entre la verticalidad del yo y la primacía de la violencia. Tenemos a un ‘yo' vertical guerrero y, en contraposición, la figura de la madre encorbada cuidando del otro. Aquí los poemas versan sobre el «deseo, el amor y la muerte», agrega.
La autora de Tantes mudas y Costures escribe desde el feminismo. «Como mujer en 2020 y teniendo en cuenta la situación, la cantidad de feminicidios, cuando escribo no puedo separarme de esta reflexión», justifica. Además, advierte que «con los discursos locos de Vox y demás te das cuenta que hay mucho trabajo por hacer, pero está en nuestras manos cambiar las cosas».