La rehabilitación del edificio Estrella de la Fundació Miró Mallorca está casi a punto. El objetivo es la mejora de la cubierta-estanque del icónico edificio firmado por el arquitecto Rafael Moneo y que, pasados los años, requiere una puesta a punto que arrancará en unos meses. «El estudio de Moneo está implicado y en contacto con la Fundació para la redacción del proyecto de intervención del edificio», señala Francisco Copado, director del museo. El arquitecto estuvo este agosto en la Fundació y mantuvo una larga reunión con Copado, mostrándose muy interesado en la intervención de su edificio para solucionar los problemas existentes.
En el primer semestre de 2020 se procederá a licitar la obra y se trabaja de manera conjunta con el área de Cultura e Infraestructures del Ajuntament de Palma. «Tras una nueva estimación, la intervención tiene un presupuesto que ronda entre los 400.000 y los 450.000 euros. El Consorci per a la Millora de les Infraestructures Turístiques ha destinado una partida de 177.000 euros», explica Copado, mientras que el resto lo pondrá la Fundació Miró Mallorca y el Ajuntament.
El estanque superior será intervenido pero también se solucionarán problemas como las goteras en la biblioteca o en administración. Eso sí, «la colección Miró no corre ningún peligro en su conservación», advierte Copado. El área de Infraestructuras llevará a cabo dirección de obras «en constante coordinación con el despacho de Moneo».
Una de los debates ha sido si se mantenía la cubierta de agua. «Al final hemos decidido mantenerla para cumplir con el proyecto original de Moneo y porque la nueva solución aporta garantías sin perjuicio para los visitantes y las obras de Miró». Mientras se lleven a cabo los trabajos, la Fundació permanecerá abierta aunque se restringirá el acceso al edificio de Moneo en momentos puntuales. Las obras de Miró se trasladarán para evitar daños.
Tras llevar a cabo mejoras en el estudio Sert, el siguiente en el plan de mejoras es Son Boter, ubicado en un edificio que data del siglo XVII, que tiene la singularidad de que «sus paredes contienen los grafitos de Miró, dibujados con carboncillo en una pared de cal», dice Copado. La conservación de estos dibujos se complica ya que el edificio es BIC, lo que requiere contemplar las intervenciones de manera integral y formando equipos multidisciplinares. «Ahora mismo conformamos estos equipos tras presentar el estudio histórico-artístico con la arqueóloga Elvira González», dice Copado. En tres o cuatro años se llevarán a cabo las intervenciones.
Según Antoni Noguera, teniente de alcalde de Cultura i Benestar Social del Ajuntament de Palma, «la reforma de los edificios de la Miró es una necesidad. El enclave de la fundación nos ayuda a entender que no todo el patrimonio está en el centro de la ciudad. Miró Mallorca acoge edificios firmados por Jose Luis Sert y Rafael Moneo, sin despreciar Son Boter. Hablamos de patrimonio en mayúsculas», señala Noguera. Si en la pasada legislatura se catalogaron los dibujos de Miró de Son Boter y se reformó y diseñó una nueva museología para el taller Sert, «esta legislatura afrontamos la reforma del edificio de Moneo».