El artista Lawrence Carroll (Melbourne, 1954), cuya obra está estrechamente vinculada con Mallorca, ha fallecido este martes a los 64 años.
El pintor y escultor, que a lo largo de su carrera trabajó en Palma con las galerías Xavier Fiol y Altair, era un artista con «un sentido muy poético de la materia» que «amaba con el paso del tiempo las pequeñas cosas», recuerda la comisaria Pilar Ribal, también amiga del artista.
A Lawrence Carroll le fascinaba Mallorca. En el año 2002 inició una relación estrecha con la Isla, aquí traía sus creaciones, un reflejó de su humanidad, de su humildad. Su última gran muestra fue en el Casal Solleric, en el año 2013. El creador, de gran reconocimiento internacional, presentó su última gran retrospectiva en la planta noble, In the World I live, una muestra producida con la colaboración de la Hugh Lane Gallery de Dublín y comisariada por Pilar Ribal, en la que reunió obras de colecciones privadas mallorquinas y también de su propia colección personal. La retrospectiva, que pudo verse durante dos meses,
Carroll ha exhibido su arte por toda Europa y Estados Unidos, y su obra está presente en multitud de colecciones permanente de museos y galerías públicas de todo el mundo como el Guggenheim de Nueva York o el MOCA de Los Angeles. Además de Mallorca, Carroll estaba muy vinculado a Italia, donde su obra siempre tuvo gran reconocimiento y donde residía buena parte del año.
Ribal asegura que el fallecimiento de Carroll es «una grandísima pérdida para el mundo del arte, era un artista que tenía todavía mucho que dar».