Bruno Sotos, el cantante mallorquín que saltó a la fama al participar en el concurso televisivo Got Talent, confiesa que la más desagradable experiencia de su vida le abrió las puertas de una carrera profesional en el mundo de la música.
«Lo peor que me ha dado la vida, que ha sido el arrebatarme a mi padre, me ha dado lo mejor, que es el poder vivir, gracias a esa canción, de la música», explica en una entrevista el cantautor.
El músico, conocido en España por participar en el programa de Telecinco interpretando una canción dedicada a su padre que acababa de fallecer y por hacer llorar a Risto Mejide, está a punto de comenzar su gira «Sudamérica 2019», que le llevará a recorrer los países de Argentina y Uruguay.
Sus inicios en la televisión fueron una «sorpresa» para él, ya que dio el salto a la fama cuando uno de sus familiares le presentó al programa de Mediaset sin avisarle.
«Me llevaron engañado pensando que iba a Barcelona a presentar mi disco y me pusieron en una cola delante de 4.000 personas que estaban esperando para cantar», comenta sonriente.
Sotos relata que al intepretar su canción le dio la sensación de tener a su padre al lado y que cuando se dio cuenta de que Risto Mejide se emocionaba y le caían las lágrimas, notó «la magia» del momento.
«Es la canción más importante que he escrito hasta el día de hoy. No sé cuál es la tecla que toqué para emocionar a tanta gente en el mundo pero la verdad que es un canción que ha salido de dentro», comenta visiblemente emocionado.
Respecto a si a los autores mallorquines les resulta más complicado darse a conocer en otros lugares por eso de la insularidad, Sotos admite que él lo tuvo más fácil por haber salido en televisión, pero que las personas que cantan «en mallorquín o en catalán» lo tienen más difícil.
Sin embargo, cree que el problema de vivir en las islas se reduce al incremento de gasto en transporte por tener que viajar en avión con los instrumentos musicales.
«Es la única dificultad que veo. Pero a mí me encanta estar en Mallorca, de hecho muchas veces nos han ofrecido que me vaya a vivir a Madrid y no he querido», señala.
Además, remarca que el municipio de Andratx «lo es todo» para él, ya que es donde está su hogar y destaca que muchas de sus canciones reflejan lugares del pueblo, como San Telmo, s'Arracó y el puerto.
De hecho, ha compuesto el himno del Club Esportiu d'Andratx, equipo en el que jugó durante su infancia.
A lo largo de los años que lleva en la música, ha amasado miles de fans: su canal de Youtube cuenta con 54.516 suscriptores y más de un millón de personas de medio mundo han visualizado el vídeo en el que interpreta el tema dedicado a su padre.
«La primera vez que vi que se tatuaban mis letras me dio mucho vértigo», confiesa y añade que darse cuenta de que otras personas se identifican con su música «es una gozada».
No obstante, tener tantos fans le resulta «un poco surrealista» y explica que se siente como un globo que va subiendo y no sabe «cuándo va a explotar».
En la actualidad, Sotos trabaja con su banda para grabar nuevas canciones y sacar otro disco y se prepara para viajar a Sudamérica y comenzar su gira en Argentina.
Este verano ofrecerá una serie de conciertos en la Isla, incluido uno el 2 de junio en Lloseta, y estará presente en las fiestas de Sa Coma, s'Arracó y Felanitx, entre otras.
«En la isla se van a cansar de mí», asegura con una sonrisa.