La actriz Lucía Bosé ha negado este jueves en el juicio haberse apropiado de un dibujo de Pablo Ruiz Picasso de su empleada de hogar por cuya venta en 2008 obtuvo 198.607 euros y ha asegurado que ésta se lo regaló antes de fallecer ya que aunque se lo había dedicado el pintor malagueño a ella no le gustaba.
La Audiencia Provincial de Madrid juzga a Lucía Bosé, de 88 años, por supuesto delito de apropiación indebida del dibujo por el que la Fiscalía pide que sea condenada a dos años de prisión y a una multa de 4.800 euros además del pago de las indemnizaciones correspondientes a los herederos de su antigua empleada de hogar, Remedios T.M..
Lucía Bosé ha relatado que Remedios estuvo toda la vida en su casa de la urbanización madrileña de Somosaguas como si fuera un familiar y se ha referido en todo momento a ella como la «tata» y que cuando falleció en 1999 un sobrino suyo fue a recoger sus cosas.
Ha añadido que en 1963 fue a acompañar a su marido, el torero Luis Miguel Dominguín, a una gira por Sudamérica durante tres meses y dejaron a sus hijos y a la «tata» en casa de Picasso y que al volver a recogerlos el pintor les regaló una litografías y a su empleada de hogar el dibujo dedicado.
«Pero ella dijo que no le gustaba y me lo dio sin cogerlo y sin tocarlo», ha asegurado Lucía Bosé, que ha recordado que ante esta escena «Picasso se mondaba de risa y no puso ningún impedimento».
Ha añadido que desde ese momento forma parte de la colección pictórica de la familia que ha sido expuesta en España, en Italia y en Francia.
La actriz ha mantenido que no recuerda haber recibido ningún requerimiento notarial de los herederos de Remedios para reclamarle la obra.
En el juicio han testificado dos sobrinas de Remedios que reclaman como herederas el dinero obtenido por la venta de la obra de Picasso.
Han mantenido que su tía no regaló el dibujo a la familia Bosé sino que al contrario siempre les dijo que era suyo y que cuando muriera pasaría a su familia y además «estaba muy orgullosa de tenerlo».
Incluso han relatado que Picasso le regaló otra obra a su tía y que esta la vendió cuando Lucía Bosé se separó de Luis Miguel Dominguín para ayudarla económicamente.
Una de las sobrinas ha relatado que también trabajó con los Bosé en la casa de Somosaguas como secretaria personal de Lucía Bose y de su hijo el cantante Miguel Bosé, y ha apostillado: «En esa casa yo estaba para todo».
Ha añadido que tras morir su tía en 1999 le reclamó a Miguel Bosé el dibujo y a partir de ese momento este le dejó de hablar y Lucía Bosé le insistió en más de una ocasión que no se gastara dinero para intentar recuperar el dibujo porque iba a perder, así como que en el año 2000 la despidieron.
Sin embargo, un hermano de las dos anteriores ha testificado que nunca oyó a su tía reclamar el dibujo de Picasso y ha apostillado: «De los Bosé estamos muy agradecidos porque nos han dado trabajo toda la vida y nos han ayudado con cuestiones como la vivienda».
Según la fiscal, la acusada hizo suyo el dibujo, en cuya parte posterior se puede leer la fecha «16-2-63» y la dedicatoria «para Reme», y dispuso del mismo para su venta en una subasta el 25 de junio de 2008, en la que alcanzó el precio de 198.607 euros.