El Museo del Prado, con la colaboración de Telefónica, presentó hace unas semanas parte de su Archivo Digital, que se basa sobre todo en los catálogos de 1814 y 1916. En este fondo se encuentra digitalizadas algunas donaciones, legados y adquisiciones históricas relevantes de esta institución.
Destaca un oficio (1876) en el que un tal Francisco Sans se refiere un cuadro de Nicasio Serret y Comín (Valencia, 1849-1880) titulado Prisión de la última reina de Mallorca (270 x 373 cm) que compró el Prado por 12.000 pesetas y que ahora se exhibe en el edificio del Senado.
Pero, ¿quién fue la última reina de Mallorca?
Por lo visto la última reina de Mallorca, aunque en realidad no llegó a tomar posesión digamos ‘oficial' del cargo, fue Isabel (1337-1404), hija de Jaume III de Mallorca. El catedrático de Historia Medieval de la UIB Pau Cateura nos comenta que Isabel estuvo casada primero con Juan Paleólogo, marqués de Montferrato, y en segundas nupcias con Conrado von Reichach. Tras la muerte de su hermano Jaume IV, hereda los derechos sucesorios de la Corona de Mallorca.
A partir de entonces, Isabel se titula ‘Regina Maioricarum', pero en 1375 traspasó sus derechos al príncipe francés Luis I d'Anjou, aunque se reservó la Cerdanya y Conflent. Luis no pudo recuperar el Reino de Mallorca debido a la guerra entre Francia e Inglaterra.
Un asunto complicado
Pero el asunto históricamente es mucho más farragoso porque el cuadro titulado Prisión de la última reina de Mallorca podría recrear el infortunio de la mencionada Isabel, pero también el de las dos mujeres de infortunado Jaume III.
La primera es Constança, que era hermana de Pere el Cerimoniós. Cuando estalló el conflicto entre la Corona de Aragón y el Reino de Mallorca, Constança decidió quedarse junto a su hermano en Barcelona, pero algunos historiadores del romanticismo sostuvieron que fue retenida contra su voluntad, de modo que la reina Constança es candidata a ser la viva imagen del cuadro de Nicasio Serret que está en el Senado, junto a la biblioteca.
Sin embargo, el historiador Biel Ensenyat sostiene, tras analizar una carta autógrafa de Jaume III, que no hubo retención sino que la reina se quedó con Pere el Ceremoniós por voluntad propia ante los desvaríos políticos de su esposo, conocido como el «temerario». De hecho, esa escena parece descrita en el cuadro: dos nobles –tal vez los reyes de Aragón y de Mallorca– se disputan a la dama tomándola por los brazos ante los cortesanos.
También tiene posibilidades de ser candidata del cuadro de Serret la reina Violant de Vilaragut, casada con Jaume III tras la muerte de Constança. Violant acompañó al rey a Mallorca el 1349. Después de la batalla de Llucmajor (25 octubre 1349) fue encarcelada momentáneamente en el castillo de Bellver y posteriormente trasladada a Valencia donde la recluyeron en el convento de Santa Clara (23 de diciembre de 1349). Finalmente, en 1353, Pere el Cerimoniós la liberó de su encierro.