El hijo de Terele Pávez, Carolo Ruiz, ha dado cuenta al despedirla de cómo era la actriz que le vio nacer -«era un ser irrepetible»-, pero también lo han hecho sus compañeros, como el director que estuvo con ella en muchas películas, Alex de la Iglesia: «un talento arrollador, que me enseñó a vivir».
Esas son algunas de las palabras que están esbozando este sábado, emocionados, en el tanatorio de San Isidro de Madrid, los que estuvieron más cerca de ella, de la prolífica actriz en numerosos papeles temperamentales, que murió ayer en el hospital la Paz de Madrid como consecuencia de un derrame cerebral.
Carolo llegaba poco después de las diez de la mañana, cuando se abría la capilla ardiente, y lo hacía con un cuadro con el dibujo de una mujer que, según ha relatado, le regalaron a su madre tras grabar «Las brujas de Zugarramurdi» (2013), por el que recibió un Goya en la categoría de reparto.
Un cuadro que tiene un gran significado personal porque una antigua pareja suya le hizo un retrato a Pávez que está expuesto en un museo, y al hacer esa película un amigo encargó una copia del mismo para la actriz. Este cuadro presidirá la capilla ardiente.
Después de dejar el cuadro en el tanatorio, Carolo, emocionado decía: «dar gracias a toda la luz de amor que nos está llegando. Es imposible responder a todo el mundo como es debido, son demasiadas cosas».
Y lo son porque todo «ha sido demasiado rápido». Terele tenía una «salud de hierro», pero un «cuadro delicado» por su edad y, como decía su hijo, «era la mala salud de hierro, que uno va aguantando hasta que ha ocurrido esto sin avisar e inopinadamente».
Tenía 78 años y varias enfermedades, como diabetes y arritmias, que a veces le hacían recaer pero de las que siempre se recuperaba, hasta ayer que sufrió el derrame mortal.
A Carolo le sorprendió porque estaban los dos en casa, y ella empezó a sentirse mal y el vio que estaba rara, pero Terele -«es que somos muy cabezotas», dice Carolo- no quiso que llamara a los servicios de urgencia y decidieron irse en un taxi.
«Ha sido mucho de taxi y saludo a todo el gremio de taxistas que para ella era... Cogía uno para cruzar la calle», comentaba el hijo.
En el tanatorio hoy estaba la actriz Kiti Manver, y llegaba instantes después Alex de la Iglesia y decía esto tan sentenciador: «me ha cambiado la vida, me ha enseñado a vivir».
Y dejaba claro desde el principio el director que él no relanzó la carrera de Terele, sino «todo lo contrario», ya que cuando la conoció ella «ya era una de las actrices más importantes del país».
«El trabajo de Terele supera muchísimo mis películas», decía y contestaba a la pregunta de cómo era trabajar con esta actriz: «es como si te preguntan cómo es vivir».
«He tenido la suerte de conocer a la mujer que ha cambiado mi vida y que me ha enseñado a vivir y he aprendido muchísimo con ella, sobre todo a ser mejor persona», ha sostenido.
Terele, para De la Iglesia y muchos de los suyos, era «más que peculiar; era única, con un temperamento fortísimo, con un talento arrollador y sobre todo porque todo lo sacaba de su experiencia personal», demostrando «una capacidad de amar a los demás alucinante», siempre preocupada por sus compañeros de rodaje.
Era para él «una mezcla increíble de fortaleza y sensibilidad» y que su nivel humano la hacía la mejor actriz o una de las mejores con las que ha trabajado. La actriz de «Cañas y barro», de «Los santos inocentes» o «Fortunata y Jacinta»...
De ella también se acuerda la actriz Charo López, que ha mostrado en el tanatorio su admiración por la actriz: «era una artista que «hiciera el papel que hiciera, siempre era genial».
Pero también lo hacía de ella como persona: «Yo la admiraba mucho. Me parecía peculiar por su sinceridad y su honestidad. Era de verdad, como otra persona cualquiera y de ahí la naturalidad que expresaba», ha comentado López.
Han sido numerosos los compañeros que han acudido al tanatorio a despedir a la actriz y sobre todo amiga, pero muchos han querido hacerlo sin mostrar sus rostros de dolor, como la actriz Pilar Bardem, acompañada por Pepe Viyuela. Tampoco han faltado Carmen Machi y Concha Velasco.
Representantes de diversos partidos políticos se han acordado de sus imborrables papeles, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha ensalzado el «marcado temperamento y estilo propio» de Terele Pávez.