Placebo, la banda del andrógino Brian Molko, encabeza el cartel de la jornada inaugural del Mallorca Live Festival. Los británicos han firmado himnos como Running up that hill o Every you every me, temas que hicieron de puente entre el rock de los siglos XX y XXI, confirmándoles como uno de los nombres más arrolladores del concierto internacional. Su música destila épica por los cuatro costados, con guitarras reverberantes y estribillos in crescendo, que dan vida al muro de sonido oscuro y estilizado que sonará en el antiguo Aquapark de Calvià, este viernes, a partir de las 23.15 horas.
Reconozcamos lo evidente: Placebo son un espectáculo. Colosal. Deslumbrante. Orgulloso de su grandilocuencia. Ya en su álbum de debut –el homónimo Placebo (1996)-, los británicos nos habían persuadido de que el dolor podía resultar extraordinariamente hermoso. Eran los tiempos de Nancy Boy, un tema que desencadenó una catarsis de saltos y brazos al cielo. ‘Rock del siglo XXI', según el prestigioso semanario británico New Musical Express. A partir de ahí solo les quedaba la opción de multiplicar los senderos hacia el melodrama. Dicho y hecho. En Without You I'm Nothing (1998) se daban un festín de rock agónico, operístico, enfático y, sobre todo, apoteósico, pero también negro. La oscuridad, ya saben, el ingrediente clave en la fórmula Placebo. Todo ello realzado por la voz de Brian Molko, un registro nasal y caudaloso, con tintes mesiánicos. Hay que verle correteando por el escenario, derrochando carisma y exprimiendo hasta el último miligramo de adrenalina entre sus adeptos.
Preparénse para un concierto de rock angustioso y agresivo, una catarsis guitarrera perfectamente equilibrada por una base rítmica a la altura. Será una actuación de cerca de hora y media de un repertorio que solo flaquea cuando invoca sus temas más recientes, lo que resulta Pecata minuta para los fans.