El actor, director y productor Danny DeVito (New Jersey, 1944) acaba de recibir el reconocimiento a su trayectoria en el Evolution! Mallorca International Film Festival, que acoge este viernes el estreno europeo de su último trabajo, «Curmudgeons», un cortometraje que dirige y protagoniza.
Es uno de sus películas más personales, una historia de 16 minutos que protagoniza junto a su amigo David Margulies, ambos como auténticos «cascarrabias», y donde ha trabajado con sus hijos Lucy (como actriz y productora) y Jake (productor). En Palma el cortometraje se proyectará en la pantalla grande, aunque a DeVito le fascina que pueda verse gratis en el móvil en cualquier rincón del mundo gracias a internet.
- Anoche recibió el premio honorífico del festival Evolution de Mallorca, ¿cómo sienta recibir un premio tan lejos su casa?
- Lo que me gusta de este trabajo es que al participar en una película o en una serie de televisión la gente puede verlo en cualquier parte del mundo. Cuando hice mi primera serie de televisión, hace muchos años, «Taxi», ya había trabajado antes en «Alguien voló sobre el nido del cuco», que se había proyectado en festivales en todo el mundo y había sido muy popular y supuso cierto reconocimiento. Pero cuando hice «Taxi» en televisión, un lunes era simplemente Danny y el martes, en una sola noche más gente vio ese capítulo de la que había visto «Alguien voló sobre el nido del cuco» en todo el mundo. Al día siguiente, ya está, era Louie DePalma. Ayer, en la ceremonia de entrega del premio, que fue preciosa, le conté a todo el mundo que el primer personaje por el que me reconocieron fue Louie DePalma y, aquí estamos, en Palma.
- No es su primera visita a Mallorca.
- No, vine hace 25 años, a visitar a Michael Douglas. Mi hijo, que produce el cortometraje que presentamos en este festival, «Curmudgeons», tenía entonces solo 4 años. Es fantástico volver, es un sitio muy agradable.
- ¿Qué le hizo rodar el cortometraje «Curmudgeons»?
- Hace varios años, fui con mi hija Lucy, que actúa en el corto, y con mi hijo Jake a ver una obra corta, de un solo acto, que nos encantó. Cuando salimos, Lucy dijo que sería una buena película. Antes ya habíamos trabajado juntos, pero esto fue algo con lo que nos entusiasmamos de verdad, no solo porque el escritor, Joshua Conkel, hiciera una pieza realmente conmovedora, también porque es un buen tema y está muy bien contado, con sorpresas y elementos que pueden ser muy cinematográficos. Rodamos durante tres días y medio. Mis hijos lo produjeron y yo lo dirigí, de manera que estuve a la merced de mis hijos.
- ¿Cómo fue la experiencia?
- Muy buena, aunque los productores siempre intentan hacer avanzar al director. Fue un rodaje divertido.
- El corto está dedicado al actor David Margulies, que lo protagonizó.
- Éramos amigos desde los sesenta, trabajamos juntos en Broadway. Durante el rodaje de «Curmudgeons» estaba luchando contra una grave enfermedad. Justo la terminó, editamos la película muy rápido, se la llevamos a su apartamento y, aunque estaba muy débil, llegó a ver la película y fue maravilloso. Falleció en enero, así que la película está dedicada a él. David llevaba muchos años en esto, mucha gente le recuerda por «Cazafantasmas», estuvo en «Los Soprano»... Los dos somos los verdaderos y originales «curmudgeons» (cascarrabias) así que fue genial rodarla juntos.
- Es un actor reconocido para varias generaciones, ¿cuál es el secreto para mantenerse en la cúspide?
- Al principio, como actor solo quieres trabajar. Muchas veces solo quieres encontrar trabajo y además para aprender y mejorar como actor, tienes que actuar. Pero por ejemplo, conseguir el papel de «Taxi» fue un regalo. Cuando te llega algo así, si estás preparado, aprovechas la oportunidad, y después consiste en trabajar y trabajar para intentar ser mejor. Si tienes suerte, cuando te llega una oportunidad, estás preparado. Luego la cosa mejoró porque pude empezar a elegir las películas en las que quería aparecer y más tarde obligué a la gente a dejarme dirigir, algo que hice por primera vez con «Tira a mamá del tren». Iba a interpretar un personaje, pero pedí dirigirla y así empecé.
- También ha alcanzado el éxito como productor. ¿Ha podido hacer siempre lo que ha querido?
- Es duro hacer películas. Para las películas que hicimos con Jersey Films, muchas veces nos llegaban cosas muy buenas, como con «Pulp Fiction» (1994), «Cómo conquistar Hollywood» (1995) o «Erin Brockovich» (2000). Si estás ahí, las cosas te llegan y a la larga es emocionalmente muy gratificante. Todas son tus «bebés», con cada película que haces crees que estás haciendo lo mejor.
- ¿Le gusta internet?
- Me encanta internet, llevo todo el día el móvil encima y me enfado cuando no tengo cobertura o wifi. Soy un poco adicto, disfruto viendo cine, como «Curmudgeons» que lo puedes ver en Vimeo en cualquier parte del mundo, gratis. Me encanta. Cuando comienzas un trabajo hay varias motivaciones: la primera y primordial es artística, porque quieres que la gente disfrute, también está el dinero, pero sobre todo quieres que la gente vea tu trabajo y con internet, pueden. Cualquiera, en cualquier parte del mundo puede ver el corto.
- ¿No le molesta que ya casi nadie vaya a verlo en pantalla grande?
- Hoy vamos a proyectarlo en una sala de cine y es precioso, con la pantalla, la sala y las cámaras. Me encanta verlo en la pantalla grande pero también es alucinante que puedas ver la película en el móvil mientras vas de camino al trabajo, con tus auriculares puestos. Es raro, pero me gusta.
- En el festival también se va a proyectar «La guerra de los Rose», ¿cómo la recuerda?
- Para empezar, está mi gran amigo Michael Douglas y es maravilloso que se vaya a ver aquí, en el mismo sitio donde vinimos a visitarle a su casa hace 25 años. Es una película muy importante para mí. Nace de otra historia curiosa sobre cómo cuando algo te pasa por delante tienes que reconocerlo y hacer posible que suceda. Con cualquier cosa en la vida hay que estar abierto a que ocurra. Estaba trabajando en algo con el escritor Michael Leeson, llevábamos días dándole vueltas, casi sin comer, a base de cacahuetes y un día le dije que teníamos que salir a comer. Él conducía y cuando subí al coche pisé algo bajo el asiento. Saqué lo que había pisado, con la huella de mi zapato en la tapa, y era «La guerra de los Rose». Me dijo que era un guión en el que había estado trabajando, me lo llevé a casa el fin de semana para leerlo y me volvió loco. Dejamos lo que estábamos haciendo y nos concentramos en ella. Así empezó todo.
- El jueves son las elecciones en Estados Unidos, ¿qué cree que va a pasar?
- Nadie sabe qué va a pasar porque el mundo entero está hecho un lío en todas partes, solo hay que pensar en lo que está ocurriendo en Turquía, la crisis humanitaria, problemas económicos, el petróleo... Todos somos la misma especie, sapiens, pero somos un desastre a no ser que nos unamos todos para intentar encontrar una solución humanitaria y no violenta. Da igual si es Donald Trump o Hillary Clinton, ellos no van a solucionarlo, su mente está en otra cosa, uno es un egomaníaco y otro quiere ser presidente a toda costa..., no puedes confiar en gente así. Yo era fan de Bernie Sanders, porque se preocupaba de la gente, de liberar a los jóvenes de las deudas universitarias, de mejorar la educación independientemente del origen de cada cual.