Pau Debon intervino en la versión Tots es motors que Donallop entonó durante un concierto acústico en el Museu de sa Jugueta, regentado por él y su hermano Pere, quienes fueran vocalista y baterista de la extinta banda Antònia Font. Aquella colaboración puntual incentivó que el dúo compuesto por Joana Pol y Pere Bestard propusiera a Debon que participara, a modo de fichaje galáctico, en un tema de su debut discográfico: #Milestones. Un álbum, grabado en los estudios de Sonoteque que timonean Miquel Llinàs y Tolo Prats, que Donallop desvelará el 9 de octubre en el Teatre Principal.
El dúo, tras la publicación del disco en septiembre, se embarcará en una nueva aventura con paradas en Catalunya, Valencia, Francia y Reino Unido. Para la grabación de su puesta de largo, Donallop ha contado, también, con Dan Zelisko (guitarra), Joan Colomar (violín) y Margalida Ripoll (voz).
Al programar actuaciones en el Museu de sa Jugueta, Pau Debon cayó en la existencia de un conjunto llamado Donallop. Tenía referencias porque interpretaba en directo un tema de Antònia Font, Tots es motors, perteneciente a la segunda entrega del quinteto, A Rússia (2001). Empezó a indagar en su música mediante Youtube. «Vi que era un grupo que tiene mucho potencial y que hace temas originales», comenta.
Nostalgia
Les envió un mensaje vía Facebook sugiriéndoles tocar en su local. Y resulta que Pere Bestard y Joana Pol tenían pendiente llamarle para ofrecerse. Era cuestión telepática. El tándem le pidió que cantara con ellos Tots es motors. Él aceptó. «Me apetecía, fue el primer momento en que noté un poco de nostalgia», dice Pau Debon.
Tras el concierto conversaron sobre la posibilidad de que Debon pusiera su voz en Clorofil·la, tema del primer LP de Donallop. Volvió a dar su aprobación. Precisamente fue la pista que más había agradado al ex cantante de Antònia Font durante el concierto. Resurgió la química. «Con ellos, no sé por qué, hubo desde el principio muy buen rollo», asevera entre un sorbo de café y un bocado de pan con sobrasada. «El pan lo hacemos nosotros», le indica a un cliente que pregunta acerca del pa amb oli de la casa.
La vida del frontman de Antònia Font ha dado un giro de vértigo, como una pirueta. «Hemos pasado de tener de lunes a jueves prácticamente libre, menos los momentos que grabábamos o ensayábamos, y tener ocupado viernes, sábado y domingo, a estar liados todos los días de la semana a excepción del sábado por la tarde y el domingo».
En el Museu de sa Jugueta no hay ninguna referencia a Antònia Font. «Qué va», dice. –¿Por qué no?–, replico. «Primero, porque estamos un poco cansados y segundo, porque no queremos que sea pedante», sentencia Pau Dabon, bajo las cabezas de gegants que penden del techo del bar-museo.