Con «grandes melodías» y con un programa de cuatro conciertos «abierto a la joven generación de solistas». Así se presentó ayer el Festival de Bellver en su decimoctava edición, una convocatoria que retoma la actividad de un certamen que el pasado año se interrumpió por la crisis económica e institucional que atravesaba la Orquestra Simfònica de Balears.
Bellver recupera sus noches estivales de música clásica a partir del 5 de julio con la ambición y «el compromiso» de ampliar su programación de cara a 2015 y convertilo «en uno de los festivales más importantes de música clásica del mundo en verano», afirmó ayer el director Josep Vicent. Pero hoy «seguimos teniendo una situación económica restrictiva», se explicó ayer desde el Consorci per a la Música, responsable de la gestión de la Simfònica.
El Festival de Bellver, presupuestado en torno a 30.000 euros, llegará después de una temporada «inolvidable», calificó Vicent, que concluye hoy en el Auditòrium de Palma.
Los conciertos de Bellver se celebrarán todos los sábados de julio, a las 21.30, y las entradas se ofrecen a 10, 25 y 30 euros. El programa destaca por la participación «de músicos jóvenes», «solistas que han sido premiados en los más importantes festivales», explicó el titular de la Simfònica, quien destacó que Bellver también rendirá homenaje a Paco de Lucía. Será el 26 de julio con El concierto de Aranjuez.
Por otra parte, Marcelino Minaya, gerente de la orquesta, habló de una situación de «normalidad» después de la crisis del pasado año. También confirmó que «continúa el proceso de liquidación del consorcio» para que el Govern asuma la gestión total de la Simfònica, formación a la que este año destinará «4,5 millones de euros».