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El Principal ficha al bailarín Daniil Simkin para el ‘Trencanous'

El bailarín ruso Danill Simkin. | Gene Schiavone

| Palma de Mallorca |

Los directores artísticos del Trencanous, el ballet que produce el Teatre Principal para diciembre, han conseguido para el teatro la presencia de un bailarín excepcional, el ruso Daniil Simkin (1987). Según algunos, su nombre es para la danza «lo que Messi o Ronaldo para el fútbol». Simkin es, desde 2008, solista del American Ballet Theatre de Nueva York y en su curriculum figuran casi una decena de primeros premios en concursos internacionales.

Según Gavin de Paor, que comparte dirección artística y coreografía del Trencanous con Laura Macías, de Pasodos, «siempre es muy subjetivo decir quién es el mejor, pero, sin equivocarnos, podemos asegurar que Daniil Simkin es el mejor o de los mejores del mundo, es uno de los Nureyev de hoy, tiene seguidores que van a verle actuar allí donde baila». ¿Y cómo ha sido posible contar con él en Mallorca? «Pues esto son contactos y mucho trabajo, además le dijimos que con su presencia estaría apoyando la posibilidad de que se forme una compañía estable aquí». A pesar de ser un número uno, el teatro podrá traerle «sin salimos del presupuesto», estirando el dinero de un sitio y de otro, apunta De Paor, quien cuenta que los bailarines locales más jóvenes que trabajarán en este ballet, que ya están ensayando, «lloraron cuando se enteraron de que venía», una noticia que ayer se hizo oficial con la firma del contrato. Como primera bailarina, Simkin estará acompañado por la japonesa Ryoko Yagyu, que ya actuó con Pasodos en el espectáculo Los siete pecados capitales.

Creciendo

En la apuesta por la danza del Teatre Principal se ha ido creciendo. De la gala del año pasado se ha pasado a dos producciones propias en esta temporada y «si todo va bien y el público responde podremos hacer tres para el año que viene», dice De Paor. «Si, además, se puede ir metiendo bailarines en las óperas, poco a poco se va creando algo que antes no existía, es un proceso duro, pero también un reto».

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