Las fosas nasales son como el túnel del tiempo, un simple olor te catapulta años atrás en décimas de segundo. La música actúa con mayor diligencia, si cabe. Canciones como In the water o Los chicos quieren diversión, de Sexy Sadie y La Granja, respectivamente, pueden dar fe. Bastan un par de acordes para alistarte en un viaje capaz de desenterrar media vida de recuerdos a cámara lenta. El próximo 28 de diciembre, a las 22.00, ambos conjuntos medirán sus propuestas en la sala Es Gremi de Palma.
Aunque las formas adivinen un contenido con hechuras revivalistas, ambas formaciones han pulverizado las barreras generacionales reclamando su propio espacio en la historia musical. La máxima ‘los clásicos siempre serán modernos' les viene como anillo al dedo, y es que su efectividad y riqueza de referencias les concedió, hace mucho, el estatus de clásicos. «No creo que nadie piense que hagamos revival, lo dejamos en 2006 y en la gira de reunión del año 2011 había muchísima gente joven», dispara Jaime García Soriano, voz de Sexy Sadie. Miquel Gibert, baterista y letrista de La Granja, lo contempla desde un ángulo diferente: «Quizá para algunos chavales nuestra propuesta huela a revivalista. En cierto modo les entiendo porque a su edad no soportaba a las bandas que vivían de sus grandes éxitos y es curioso como cambia todo, porque a día de hoy prefiero escuchar a Nick Lowe que el último hype de jovencitos».
En el legado de ambos grupos perdura vigente el poder sentimental y nostálgico de canciones eternas que, no por mucho haber sonado, acaban de agotar sus posibilidades y, con todo, aún son capaces de reclutar a su alrededor a un puñado de jóvenes, ¿no llaman a eso inmortalidad?
Con todo, ambos se mantienen reticentes ante la dimensión de su propio éxito. «Nunca he sido plenamente consciente de la huella que La Granja ha podido dejar entre la gente», reflexiona Gibert. En ese mismo punto, Soriano sostiene que «cuando lo dejamos no era consciente de hasta qué punto habíamos calado en el público, fue al reunirnos en 2011 cuando lo descubrí». ¿Qué opinión les merece el aumento del IVA sobre diferentes actividades culturales, como la música? «Es como si equiparasen la cultura al lujo, la música siempre ha pagado más IVA que los libros y es absurdo. Así vamos a enterrar la cultura y a criar una nueva generación de borregos», valora Soriano. «Hay otras cosas a las que grabar, subir el IVA es una medida desacertada que está provocando muchos daños en la industria», considera Gibert.
De vuelta al concierto que les unirá el próximo 28 de diciembre en la sala Es Gremi, descubren sus cartas: «Vamos a recuperar canciones que no tocábamos en diez años», desvela Soriano para regocijo de sus fans. Por su parte, La Granja «recuperará la formación de cinco», pero aún les queda un último cartucho: «Habrán más sorpresas y una de ellas conjunta», otro motivo para no perderse la cita.