La Seu abrió ayer sus puertas para mostrar el proceso de rehabilitación del coro y de las tribunas de Gaudí. Centenares de personas fueron testigos del trabajo del equipo de restauradores, que explicó a los presentes la historia de las tribunas corales y la intervención pictórica del catalán Josep Maria Jujol, ayudante de Antoni Gaudí.
«Esto es mucho más transgresor que la capilla del Santíssim que rehabilitó Barceló», contaba a los interesados el director del proyecto de restauración Pere Terrassa. Se refería a la parte frontal del coro que pintó Jujol. Son pinturas inacabadas que siempre han tenido mucha polémica por el lugar en el que se encuentran. «Especiales», las califica Terrassa. También han restablecido casi una decena de ángeles de oro fino y estilo barroco que formaban parte del antiguo retablo de la Seu.
El coro, construido en el siglo XIV, ha sobrevivido a accidentes -como caídas de piedras- hasta nuestros días. «Nos dimos cuenta a medida que limpiábamos. Cuando nos encargaron el proyecto observamos y confirmamos que el estado de conservación era óptimo», declara Kika Coll, coordinadora del proyecto de restauración. Al quitar un gran número de capas hasta llegar a la madera original de nogal, han encontrado carcoma y mucha suciedad, pero el cadirat de la Seu «estaba bien conservado». «Estoy contenta, ya era hora de que se tuviera en cuenta», decía ayer Marta Antúnez, estudiante de Historia del Arte en la Universitat de les Illes Balears.
«Buscaremos el acabado que requiera la pieza según su historia», afirma Coll. Llevan desde abril con las labores de reconstrucción y esperan que concluyan el 8 de diciembre.