La biografía y la obra de constructores e intérpretes de la guitarra, desde el Renacimiento hasta el siglo XX, se reúnen en la Enciclopedia de la Guitarra, de Francisco Herrera. La primera edición apareció en 2001, en formato CD-ROM, y, a finales de ese mismo año, todo ese trabajo, «muy laborioso y complicado», se trasladó hasta el formato en papel con más de 2.000 páginas divididas en cuatro volúmenes, en los que figuran nombres tan dispares como Paco de Lucía, Andrés Segura o Jimi Hendrix. Ahora, Francisco Herrera, artífice del proyecto, ha publicado un suplemento en el que incorpora a un gran número de mallorquines relacionados con este instrumento.
La última edición de la enciclopedia data de 2004, por ello Herrera pensó que «era el momento de una actualización», aunque en lugar de añadir un nuevo volumen a la colección, «era mucho más práctico y sencillo editar un suplemento que la complementase con nuevas reseñas, biografías y curiosidades». Un total de 640 páginas donde encontramos nuevas fichas de guitarristas o gente relacionada con la música procedentes de la Isla, tales como Calatayud, Casasnovas, Francisco Llinàs, Jaume Moragues, Pedro Antonio Alemany, Antoni Noguera -quien dedicó una canción a Albéniz- o los más actuales Pere Fiol, Francisco Forteza, Miguel Ángel Aguiló o Irina Capriles, entre otros. Para documentarse y recopilar toda esta información, Herrera contó con la ayuda de «dos grandes profesionales y muy buenos amigos», Antoni Mir y Joan Parets.
Reimpresiones de libros antiguos de música, más de 300 libros sobre guitarra y 120 diccionarios especializados en música sirvieron a Herrera para documentarse, una «ardua tarea que requiere paciencia, esfuerzo y mucha dedicación. Es un trabajo muy pasional, y a mi me apasiona todo este mundo, siempre estoy indagando y buscando cosas nuevas», apunta. De esta búsqueda destaca «el apartado referente al guitarró , un instrumento muy propio de Mallorca y que contó aquí con grandes intérpretes».
La guitarra, cuyo origen se remonta a principios del siglo VII en las regiones árabes, sobre todo en Irak, tuvo su «gran estallido» en España en torno al año 1750. «Un violín mal construido» dio paso con los años a este instrumento que sufrió su «empuje» en la Isla alrededor del año 1800. «Casasnovas y Llinàs jugaron un gran papel en el auge de la guitarra en Mallorca, que se prolongó hasta 1930 y su impacto fue similar al del resto del planeta», detalla este experto en música y profesor de conservatorio.